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Por qué la saga 'Alien' sigue fascinándonos casi cuarenta años después

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Alien

El nombre de la luna, rebautizada como Acheron, sobre la que se asienta la colonia en la que se ambienta esa genialidad titulada ‘Aliens: El regreso’ (‘Aliens’) no es otro que LV-426. Una combinación alfanumérica que, pasada por el filtro de una buena estrategia de marketing, oculta una fecha que nos lleva al día de hoy: veintiséis de abril —4/26—, o “Alien Day”, como prefieran ustedes llamarlo.

Si a esto le sumamos el estreno inminente de ‘Alien Covenant’, que llegará a nuestras salas el próximo doce de mayo, y el reciente entusiasmo con la franquicia de un Ridley Scott que quiere rodar cuatro entregas más, no sabemos si por un interés real por el universo que creó en el 79, por un brote repentino de megalomanía, o por el delicioso olor de un buen manojo de billetes, parece que estamos en el momento idóneo para pensar cómo hemos llegado hasta este punto.

Y es que parece mentira que un legado como el de ‘Alien’, concebida hace prácticamente cuatro décadas detrás de un pitch tan simple y efectivo como “es ‘Tiburón’ en el espacio”, siga al pie del cañón, estrenando nuevo material y atrayendo al público a las salas sin necesidad de aludir al factor nostalgia tan en boga durante los últimos años. Motivos para que esta maraña de xenomorfos, sintéticos y colonos espaciales nos continúe fascinando, la verdad, no le faltan…

Renovarse o morir

Sin lugar a dudas, una de las claves para mantener viva una saga tan longeva, ya sea en lo que respecta al tiempo o en cuanto al número de largometrajes que engrosan sus filas se refiere, es mantener el frescor e intentar renovarse a cada secuela que pasa. Esta lección, que licencias como ‘The Fast and The Furious’ están comenzando a aplicar, queda ejemplificada a la perfección con ‘Alien’ y sus cinco filmes estrenados hasta la fecha —si exceptuamos ‘Covenant’ y los abominables spin-off ‘Alien vs Predator’—.

El modo en que la franquicia ha ido mutando junto a sus criaturas a cada paso que da, ya sea en cuestiones de género, tono o ambientación, se alza como el reclamo perfecto para dar continuidad a un espectador ávido de novedades y con fobia al deja-vu. Viajar del terror reposado y asfixiante de la primera parte al delirio futurista con clones de por medio de ‘Alien: Resurrección’ (‘Alien: Resurrection’) no sólo es una experiencia gratificante, sino que además, invita a ser disfrutada. Alien3

Este batiburrillo genérico-tonal, por así llamarlo, viene de la mano de una selección de guionistas y directores que han impregnado su ADN en cada una de las entregas, diferenciándolas aún más si cabe del resto. Así pues, a lo largo de la pentalogía podemos encontrar desde al Ridley Scott más estilizado hasta a un James Cameron que, con esa joya en clave de acción que es ‘Aliens’, anuló por completo el sentido del tópico que dice que “segundas partes nunca fueron buenas”.

No obstante, y pese a constituir una de sus principales bazas, este “efecto autor” ha hecho, en ocasiones, flaco favor a una saga que se ha visto perjudicada hasta cierto punto por disparates como los palos en la rueda puestos a David Fincher y su arriesgada propuesta pseudomedieval para ‘Alien 3’, la comicidad y el exceso del tándem Jean Pierre Jeunet-Joss Whedon de ‘Resurrección’, o el afán de complicar las cosas hasta el absurdo para después no saber salir del pozo —también llamado “Efecto Lost” del guionista Damien Lidelof en ‘Prometheus’.

Aún así, y como se suele decir, en la variedad está el gusto, y gracias a esta retahíla de nombres y a lo heterogéneo de sus aproximaciones al material original de Ridley Scott y Dan O’Bannon, vamos sobrados de ella.

Un vasto universo aún por explorar

El atractivo de ‘Alien’ va mucho más lejos de la falta del espíritu continuista que adolecen muchas otras antologías cinematográficas. Junto a esto, el vasto universo que se ha ido construyendo orgánicamente, haciendo confluir razas extraterrestres, corporaciones con dudosas intenciones y personajes que ya forman parte del imaginario colectivo, actúa como un pegamento particularmente fuerte que nos mantiene adheridos a la franquicia.

Los grandes culpables del magnetismo del “Alienverso”, junto a los mencionados Scott y O’Bannon, son los artistas Moebius y, especialmente, el suizo H.R. Giger, quienes lo materializaron a través de diseños conceptuales y dando cara, ojos y forma a las criaturas encargadas de aterrorizar a Ripley y compañía respectivamente. Un trabajo que ha terminado trascendiendo a las películas y ha contribuido a posicionarlas dentro de un estatus “de culto” más que merecido. Michael Fassbender Alien Covenant

Para más inri, esta bóveda que engloba el imaginario ‘Alien’, del que ahora estamos conociendo sus orígenes a través de la, a priori, trilogía de precuelas iniciada con ‘Prometheus’, resulta lo suficientemente amplio como para permitir que cada filme de la serie toque una temática subyacente sin desentonar con el conjunto.

De este modo, la primera entrega explotaría los conceptos de la violación y la paternidad a la hora de generar terror de forma subliminal, su continuación directa funcionaría como una alegoría a la guerra de Vietnam, y la tercera y cuarta partes tocarían los temas de la religiosidad y la familia. Esto evidencia una diversidad que hace soñar a los aficionados con lo que aún está por explorar en las cintas venideras.

Más allá del celuloide

Podrían correr ríos de tinta mientras tratamos de buscar los elementos clave que justifiquen el innegable calado de ‘Alien’ en la cultura popular. Su vuelta de tuerca al terror y la ciencia ficción en el 79 ha derivado en una vorágine de licencias que se han extendido más allá del celuloide y que han situado a la Teniente Ripley y a los terribles y babeantes xenomorfos en auténticos iconos pop.

La prueba de ello está en la nutrida y demencial selección de cómics con crossovers de las criaturas protagonistas de la saga y personajes tan variopintos como Batman, Vampirella o el Juez Dredd, en el longevo escarceo de la franquicia con el mundo del videojuego en joyas como el ‘Alien Versus Predator’, o el más reciente y brillante ‘Alien Isolation’, o en la incontable ristra de largometrajes influenciados directamente por la obra maestra de Ridley Scott como ‘Xtro’ o ‘Regen: Regeneración Mortal’ (‘The Terror Within’).

Sea como fuere, y a juzgar por las intenciones de su responsable directo, parece que aún tendremos tiempo de sobra para indagar sobre por qué ‘Alien’ es, y será, una de las pocas antologías capaces de sobrevivir cuarenta años sin sufrir los achaques propios de la edad, y dando de comer al público de la palma de su mano con cada nueva entrega que se anuncia.


De visita por el set de ‘Alien: Covenant’ y Ridley Scott cree en extraterrestres asesinos

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Adam Savage Alien

Mencionar el nombre de Adam Savage, probablemente nos conduzca directamente al entretenidísimo programa ‘Cazadores de mitos’ (‘MythBusters’) que condujo junto a su compañero Jamie Hyneman. Lo que mucha gente desconoce es la carrera de Savage como artista de efectos especiales, que incluye trabajos en cintas como ‘Matrix Reloaded’ y ‘Matrix Revolutions’, o los episodios I y II de ‘Star Wars’ para la todopoderosa Industrial Light & Magic.

Teniendo este dato en cuenta, no es de extrañar la cara de felicidad —similar a la de un niño de cinco años visitando Disney World—, que luce Savage en el último vídeo de su canal de YouTube “Tested”, donde visita uno de los sets más emblemáticos de la saga ‘Alien’, reconstruido después de su uso en ‘Prometheus’ para el rodaje de la inminente ‘Alien: Covenant’.

El recorrido por el plató sirve para devolver algo de esperanza a los amantes de los efectos prácticos que nos hemos visto asediados por incontables legiones de pantallas verdes —o azules— durante los últimos tiempos. Por suerte para nosotros, Ridley Scott, aunque adaptado al medio digital, sigue siendo un director de la vieja escuela que ha sabido integrar como pocos los efectos generados por ordenador con unos indispensables elementos tangibles.

Además de hacernos salivar viendo cómo levantan de nuevo el mítico interior de la nave donde los tripulantes de la Nostromo encontraron al Space Jockey en ‘El octavo pasajero’, Savage entra en detalle describiendo el trabajo del equipo de dirección artística encargado de construir y dar verosimilitud al set: Alien Covenant Set

“Todos están preparados y tratando esta cosa”. Le están añadiendo diferentes capas y texturas. Todo el trabajo que he hecho tratando mi atrezzo ha sido prácticamente siempre mediante el mismo proceso. El truco está en añadir color, añadir textura que no salte a la vista pero que ayude a tus ojos a extraer detalles. Si sólo pintas con un único color, acabará pareciendo un simple objeto, pero cuando añades este tratamiento, estás añadiendo narrativa a ese objeto.”

Más adelante, el presentador realiza una interesante reflexión sobre las técnicas utilizadas hoy día para este tipo de trabajos:

“Hay materiales modernos, se están utilizando espumas modernas, plásticos, gomas y cosas así, pero las técnicas básicas a la hora de levantar estas estructuras llevan siendo utilizadas desde hace cientos de años, primero en el teatro y más tarde en cine. (…) El interior está moldeado en fibra de vidrio, y está recubierto por espuma rígida. La única diferencia entre este set y el de ‘Los diez mandamientos’ de Cecil B. DeMille sería la elección de algunos materiales; antaño se utilizaba también fibra de vidrio, y la cobertura sería de yeso y no de espuma, pero las estructuras de madera que sostienen todo son exactamente iguales a las de hace cien años.”

Ridley Scott tiene miedo a los alienígenas

Este pequeño tour, que ha conseguido aumentar más si cabe mi ansia por ver qué ha hecho Scott con su franquicia estrella después de una irregular ‘Prometheus’, llega pocos días después de que el director haya asegurado creer que exista vida más allá de nuestro planeta en unas nada halagüeñas declaraciones para Sky News:

“Creo en la existencia de seres superiores. Un experto de la NASA me dijo una vez, “¿Has mirado alguna vez al cielo por la noche? ¿Te atreves a decirme que somos los únicos?” Es ridículo. Los expertos dicen que hay entre cien y doscientas formas de vida que podrían tener una evolución similar a la nuestra. Así que cuando veas un objeto enorme en el cielo, huye. Porque son mucho más inteligentes que nosotros, y si eres lo suficientemente estúpido como para desafiarles, te quitarán de en medio en tres segundos.”

Después de esto no se si ir a reservar mi entrada para ‘Alien: Covenant’, que se estrena el próximo día 12, o a comprar un lanzacohetes y encerrarme en un bunker…

‘Alien 2’, la secuela nunca realizada que ya tenía el germen de ‘Prometheus’ y ‘Alien: Covenant’

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Se estrena ‘Alien: Covenant’, la secuela de ‘Prometheus’ que, al mismo tiempo, es también precuela de la ‘Alien: el octavo pasajero’ (Alien, 1979) original. Es un buen momento para escarbar en los archivos ignotos de la leyenda y rescatar la poca información que existe sobre un proyecto perdido con lazos hacia este nuevo universo de Alien que propone Ridley Scott. Todo está atado a la secuela de ‘Alien’ que nunca llegó a realizarse.

Por supuesto, todos conocemos ‘Aliens: el regreso’ (Aliens, 1986) pero tras el éxito de la primera parte, ya hubo conversaciones para realizar una secuela mucho tiempo antes de que se llegara a cerrar el pelotazo de Cameron. Es lógico imaginar que tras una revolución sci-fi horror como supuso la obra de Ridley Scott, en Fox no iban a dejar que se repartieran el pastel las inmundas imitaciones de dos duros, los plagios de Roger Corman o las versiones italianas del monstruo espacial.

Alienii Alien2

Por cierto, hablando de Italia, la secuela que se llamó ‘Alien 2: sobre la tierra’ (Alien 2, Sulla terra, 1980) de Ciro Ippolito, fue una oportunista película de “monstruo en cueva” que se intentó hacer pasar por una continuación en el planeta tierra de la película de Scott, a pesar de no tener ninguna relación con ella. Por supuesto, es bastante inmunda, aunque tiene un pequeño valor añadido como precedente de la notable ‘The Descent’ (2005). Olvidémonos de ella hoy.

Para llegar al punto de partida, hay que retomarse a momentos anteriores al estreno de la primera ‘Alien’. La idea de hacer una secuela ya se encontraba en el mismo momento de la producción. La única fuente de información de este proyecto se encuentra en la revista oficial ‘Alien Collector's Edition (The Officially Authorized Magazine Of The Movie)’ editada en Diciembre de 1979 por la famosa editorial Warren, que se ocupaba de llenar los kioskos con cómics como ‘Creepy’ y ‘Vampirella’.

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En ella había diversos artículos relacionados con la película y alguno extra, como información sobre “El mundo de los alienígenas”, divagaciones sobre si estos podrían llegar a existir realmente y un par de documentos que resultan sumamente informativos. Entre otra información interesante está la descripción del planeta, con todo lujo de detalle, asumiendo que los aliens han surgido en ese ecosistema hostil de tormentas de arena y metal. Tras un análisis exhaustivo de la biología y ciclo del alien, una pequeña sección nos indica el plan para la secuela.

En primer lugar se nos indica que como en otras franquicias como ‘Star Wars’, la segunda parte no tendría el mismo equipo, anotando que Scott ya estaba metido de lleno en otro proyecto, de caballeros y magia. Luego haría ‘Blade Runner’ (1982), pero probablemente, se refiera a su anhelo de crear ‘Tristán e Isolda’ (que luego acabaría produciendo). Sin embargo, ya se consideraban varios escenarios en los que la secuela podría desarrollarse. En el primero, el alien sobreviviría al fuego de los motores y llegaría a la tierra, junto con Ripley, subido en la parte externa de la nave (opción un poco peregrina visto donde acaba el bicho en el final original).

Aliens

En otra, una explosión del planeta esparciría a los huevos de aliens por la galaxia llegando a la tierra, en dónde toda una jauría de aliens correría desenfrenada. En ambas opciones se supone que las secuelas contarían con Ripley, y en esta última prevalece la idea de aumentar el número de aliens, que en el fondo, aunque no transcurra en la tierra, es la idea que sobreviviría en la que realizó Cameron. En las siguientes propuestas, vemos paralelismos mucho más adyacentes a las nuevas expansiones de la mitología. Atención.

Otra de ellas describe una segunda expedición que naufraga en el Acheron LV-426 y, ya fuera de su nave, son sorprendidos por una tormenta que fuerza a parte de la tripulación a refugiarse en el derelicto y a otra en su propia nave. El equipo del derelicto debe lidiar con un grupo de aliens, hasta el momento final en el que la raza de los Space Jockeys aparece en escena. Esta tercera idea es, básicamente, un resumen rápido de ‘Prometheus’.

Aunque la película transcurra en otro planeta, la primera versión del guion sí que transcurría en el Acheron LV-426. En la película, la tripulación se divide entre la pirámide y la nave a causa de… ¡una tormenta exterior! Y, bueno, en el clímax final, es un ingeniero el que aparece en el clímax, pero como sabemos, los ingenieros son los Space Jokeys. Precisamente, la última de las cuatro ideas, sería una precuela, contando la historia del space jockey muerto y acabando en el momento en el que llega la Nostromo. Lo que también sirve de base para el concepto de ‘Prometheus’ y que veremos más adelante.

Hacemos un salto en el tiempo a 1984. Ridley Scott es entrevistado en Screen Flights/Screen Fantasies por el periodista Danny Peary sobre la secuela de ‘Alien’. En este momento, aún no había secuela de Cameron. El británico, sobre la pregunta sobre sus ideas para una secuela explicaba:

Sin duda, debe explicar qué es el alien y de dónde proviene y eso será difícil porque requerirá tratar con otros planetas, mundos y civilizaciones. Porque, obviamente, el Alien vino de algún tipo de civilización. El Alien sería presentado, realmente, como uno de los últimos supervivientes de Marte, un planeta llamado así por el dios de la guerra. El Alien puede ser uno de los últimos descendientes de algún grupo de seres autodestruidos y perdidos desde hace mucho tiempo.

En muchos aspectos será más interesante que la primera película, desde un punto de vista de pura ciencia-ficción. Entraríamos en áreas especulativas, nos ocuparíamos de dos civilizaciones.

Alienii

Obviamente, en esta entrevista Scott ya está hablando de una civilización, los ingenieros, que habría construido a los aliens como una raza para la guerra, es decir, como armas (biológicas), algo que siempre ha estado presente en la saga, pero de otra manera, cuando la organización Weyland industries trata de hacerse con la criatura. Recordemos también que en la primera película, la idea de Dan O’Bannon fue que en vez del derelicto hubiera una pirámide, con ideas sacadas de su participación en el ‘Dune’ de Jorodowsky. Pero no pudo ser así. Por lo que en su momento, Scott se lamentaba:

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En la primera me encantaría haber rodado la pirámide, pero cuanto más lo pensaba, más me daba cuenta de que lo que realmente habría sido maravilloso en una versión de tres horas. Pero habría sido una digresión de la película que estábamos haciendo. Por tanto, mi secuela trataría de generar discusión sobre lo que es el alien, creo que eso gustaría al publico, porque daría a la amenaza mucho más peso.

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La idea de la pirámide del guionista surgió basándose tanto en el relato ‘En la noche de los tiempos’ como ‘En las montañas de la locura’ de Lovecraft. Por ello, cuando la tripulación de la Nostromo entraba, encontraba una serie de tallas y símbolos que contaban una historia o tenían un significado religioso. Incluso Giger llegó a diseñar un prototipo.

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Estas dos ideas fueron recuperadas por Scott, quien acabaría incluyéndolas en ‘Prometheus’, recuperando así su idea inicial de seguir con el plan del guion original en una suerte de venganza poética con sus ideas y anhelos de hace casi cuatro décadas.

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Repasando la revista oficial, otro de los artículos incluye información del primer guion sobre el space jockey que resulta esclarecedora, para confrontarla con toda la línea argumental posterior y el nuevo canon tras el estreno de ‘Prometheus’. Ignorando las dos líneas argumentales de versiones previas del guion (en las que el jockey cohabitaba en el planeta alien) la revista ofrece una lectura “oficial” en aquel momento, según opiniones del equipo de producción y guionistas, creando una historia según lo que el autor entendió:

Hace miles de años, la raza de los Jockeys quiso instalarse en el estéril planeta de los aliens. Como muchas civilizaciones avanzadas, habían agotado su planeta de origen por lo que habían planeado usar su sofisticada ciencia para hacer lo mismo que en incontables planetas: alterar su medio para hacerlo habitable. Pronto, los colonos se aseguraron que alterando las condiciones del planeta no iban a acabar con sus habitantes nativos, pero desafortunadamente los sensores de los gigantes benignos no detectaron los huevos latentes de alien.

Alienii Jockey

Una nave aterrizó, y su tripulación confiaba en que el trabajo podía realizarse, tras empezar sus trabajos y oírse sus gritos en la radio, nunca más se supo de ellos. Otro equipo siguió la misma suerte hasta que el Jockey, a los mandos de un vehículo armado, preparado para disparar a lo que fuera que hizo desaparecer a su equipo, pero no encontró ni rastro de los suyos o sus atacantes. Tras explorar la superficie, como sus compañeros, encontró los huevos. Pensando que eran inofensivos, los subió a la bodega de la nave para protegerlos y estudiarlos.

El jockey pensó que su equipo habría perecido a causa de los padres de esa camada, quienes habrían respondido lógicamente ante una amenaza, cuando quiso salir de la bodega, fue atacado por un facehugger (…) Cuando se recuperó, retransmitió lo que había pasado a su planeta. Cuando se dio cuenta de que tenía algo dentro, antes de que el alien empezara a salir de su pecho, programó la nave para que emitiera un mensaje de advertencia dos veces por minuto a cualquier nave que se acercara al planetoide. ¡aléjense!

Alieniispacejockey

Como ven, la historia no era tan tremendamente elaborada y complicada como la imaginada en ‘Prometheus’, pero aunque no incluya experimentos genéticos, ya habla de una raza de exploradores y de cambios en el medio ambiente de los planetas colonizados y otros elementos que conectan tanto con ‘Prometheus’ como con ‘Alien: Covenant’, cuya tripulación se compone de colonos que buscan planetas habitables en dónde prosperar y se encuentran, básicamente con las dificultades de los Space Jockeys benignos.

No es extraño pues, que Scott pudiera encontrar allí su inspiración para hacer su “secuela especulativa” que no puedo hacer en su versión de tres horas. Incorporando temas de exploración interestelar, explotación de recursos etc. Las consideraciones épicas de dioses, creadores y civilizaciones también tienen su correspondencia, especialmente en la iconografía de ‘Alien: Covenant’.

Alien Covenant

Sobre su no implicación en la secuela original, Gale Ann Hurd declaraba en su momento que no tenía claro por qué Scott no había participado, pero daba a entender que estaba ocupado con la post-producción de ‘Legend’, sin embargo el británico, en una entrevista a Hollywood Reporter, en 2008 afirmaba que nadie le había llamado, lo que le había herido los sentimientos (sic) puesto que consideraba haber hecho un buen trabajo en la primera. Es decir, para los que piensen que Ridley ha vuelto a su mundo por dinero, no es enteramente así.

Hay evidencias suficientes para pensar que lo que estamos viendo no es una expansión del universo, sino una vuelta a los orígenes real, no tanto a los orígenes de lo que conocemos, sino a la idea principal de los guionistas, el director e incluso la propia Fox. Es decir, más que secuelas, la serie de precuelas son las probables ideas de secuela que Ridley Scott tenía en mente desde 1979. Por lo tanto, aunque se hayan vendido como precuelas, se podrían interpretar como una nueva serie alternativa, más teniendo en cuenta que ‘Alien: Covenant’ tiene casi la categoría de reboot, lo que daría mucho más sentido a la cancelación oficial de ‘Alien 5’.

Lee la crítica de 'Alien Covenant' en Blog de cine | 'Alien: Covenant', una decepción aún mayor que 'Prometheus' (crítica sin spoilers) (Mikel Zorrilla)

De Nostromo a Covenant: un viaje a través de las mejores secuencias de la saga Alien

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Alien Saga

Después de hacerse rogar durante prácticamente cinco años desde que se estrenase ‘Prometheus’, la nueva pieza que continúe dando forma al universo ‘Alien’ está, al fin, a punto de aterrizar a nuestras pantallas. Tristemente, ‘Alien: Covenant’, me ha generado una inmensa desazón, decepcionándome por varios motivos como un abuso exasperante del CGI, un guión a medio camino entre el uso y abuso del fan service y el disparate inconexo, y una dirección que transmite una desgana impropia de alguien como Ridley Scott.

No obstante, y como no podría ser de otro modo viniendo de alguien como Scott, ‘Covenant’ atesora varias secuencias, salpicadas a lo largo de su metraje, que pasan a formar parte de la iconografía de la saga de forma inmediata, uniéndose a los momentos clave de sus cinco filmes predecesores, que repasaremos en este viaje a través de la franquicia nacida en 1978.

‘Alien: El octavo pasajero’

Seleccionar una única escena dentro de de un clásico imperecedero como ‘El octavo pasajero’ resulta una tarea tan ardua como dolorosa. Duele especialmente excluir momentos eternos dentro ya no sólo de la cinta, sino también de entre sus muchos congéneres a lo largo de la historia que aún no han sido capaces de replicar la garra e intensidad de estos pasajes.

Desde su inquietante secuencia de apertura, en la que la cámara pulula como una entidad fantasmagórica a través de las instalaciones de la Nostromo, marcando el tono del largometraje nada más arrancar, hasta el aterrador giro en el que Ripley descubre que su compañero Ash es un sintético, son muchos los destellos de grandeza que esconde la primera ‘Alien’. Pese a todo, ninguno igualará al mítico chestburster abriéndose paso a través del pecho de John Hurt.

Esta imagen, que ha pasado a los anales del séptimo arte, destaca por ser, probablemente, la instantánea que más a fuego se ha grabado en la memoria de todo espectador de la película. Su violencia descarnada y sin concesiones, sus maravillosos efectos prácticos, las inspiradas reacciones del reparto —los gritos de Veronica Cartwright son auténticos— y el modo en que cambia radicalmente el statu-quo del filme justifican, con creces, su trascendencia del celuloide al imaginario colectivo.

‘Aliens: El regreso’

Cuenta la leyenda que el pitch con el que un jovencísimo James Cameron vendió su idea para realizar una secuela de ‘Alien’, fue una auténtica jugada maestra. El director, que acababa de estrenar ‘Terminator’, entró con las manos vacías en una sala llena de peces gordos de la industria, avanzó hasta la pizarra y escribió la palabra “ALIEN”. A continuación, añadió una “S” al vocablo a la que, acto seguido, adornó con dos líneas verticales conformando el símbolo del dólar.

‘Aliens: El regreso’, con ese inteligente uso del plural, llevó a la franquicia un paso más allá, subiendo las apuestas con sus hordas de xenomorfos, y cambiando radicalmente el predominio del suspense de la original para entrar de lleno en el terreno de la acción más pura. Gracias al dominio indiscutible de Cameron en el género, ‘Aliens’ nos regala momentos memorables como el primer encuentro de los marines con las criaturas, o la batalla que se inicia cuando Hicks abre una placa en el techo para descubrir un grupo de enemigos agazapados a punto de atacar.

Resulta curioso pensar que, en una película que apuesta por el “cuanto más grande, mejor”, la secuencia a destacar sea de cariz más íntimo, por así decirlo, ya que no es otra que el duelo uno contra uno entre Ripley y la Reina Alien. Desde que la teniente encuentra —y fríe— el nido de huevos, la cinta nos deja el corazón en un puño durante un clímax espectacular que ha dejado para la posteridad la imagen de la protagonista pilotando el power loader y entonando el antológico “get away from her, you bitch!”. Pura gloria del cine de los ochenta.

‘Alien3’

Con la tercera parte de la saga, llegó un David Fincher que aterrizaba en el mundo del cine tras una longeva carrera en el negocio de los efectos especiales y el videoclip. Y lo hizo con un debut tan difícil de llevar a buen puerto, como complejo de ejecutar desde las primeras fases de la producción: cinco semanas de preparación, 50 millones de dólares, un guión sin terminar y un director novel de 28 años. La cosa no podía salir bien.

A pesar de ser una película duramente criticada por muchos, empezando por el propio Fincher, quien ha llegado a decir que la odia, ‘Alien3’ rompe de tal modo con lo visto anteriormente en la franquicia que se hace complicado no apreciarla. Lamentablemente, el retorno de Ripley por tercera vez anda algo escaso en momentos para el recuerdo, destacando el nacimiento de una nueva especie de xenomorfo híbrida con un animal —un perro o una res, dependiendo del montaje— y, por supuesto, su controvertido tercer acto.

El sacrificio mesiánico de la teniente, brazos en cruz inclusive, no sólo se alza como lo mejor de ‘Alien3’. Además de esto, y de terminar de dar sentido al marcado subtexto religioso de la cinta, conforma un final redondo y especialmente climático para la hasta entonces trilogía. Este cierre no estuvo exento de polémica, ya que el estreno de ‘Terminator 2’ obligó a Fincher y su equipo a rodar de nuevo la escena para diferir lo máximo posible del clímax del filme de James Cameron, que también contenía una muerte solemne y toneladas de metal fundido.

‘Alien: Resurrección’

Hablando con sinceridad y sin ningún tipo de eufemismos, podría afirmarse que ‘Alien: Resurrección’ es el punto más bajo de las carreras del director Jean Pierre Jeunet y el guionista Joss Whedon, sus dos responsables directos. No obstante, debo romper una lanza a favor de la grotesca cuarta entrega de ‘Alien’, de su terrible y, a su vez, divertidísimo guión, y de un tono que coge lo mejor de dos artistas especialmente peculiares para mezclarlo en un maravilloso desastre sin pies ni cabeza que disfrutar con el piloto automático encendido.

Al contrario que ‘Alien3’, ‘Resurrección’ salpimenta las dos horas que dura su montaje del director con un buen número de secuencias que brillan con luz propia y consiguen salvar al conjunto de la quema. La aberrante —y algo cómica— presentación del xenomorfo humanoide, o el potente momento en que Ripley encuentra el laboratorio de clones, son firmes candidatas a hacerse con el título a mejor tramo del largometraje; honor que he decidido otorgar a una set piece vibrante entregada a la acción.

La travesía del disfuncional grupo protagonista por los tanques tanques de refrigeración inundados de la Auriga desemboca en una persecución subacuática trepidante, desbordante de tensión y con unos efectos digitales de una calidad sorprendente para la épica. La huida de los xenomorfos nadadores culmina en el momento más macarra de la película, con Johner atravesando un cráneo alienígena con una bala mientras se descuelga boca abajo en una escalera de mano. Oro puro.

‘Prometheus’

El surtido de escenas cercanas al ridículo de la espectacular y soporífera a partes iguales ‘Prometheus’, hace complicado evitar la tentación de caer en el chiste fácil a la hora de seleccionar el mejor pasaje del filme. La huida del personaje de Charlize Theron corriendo en línea recta, el equipo de geólogos perdiéndose en una cueva, el ataque del ingeniero por haberle despertado de la siesta… La lista es interminable.

Bromas aparte, ‘Prometheus’ merece que seamos justos y remarquemos que, dentro del despropósito repleto de ínfulas y traidor a la saga que terminó siendo, atesora secuencias con una fuerza innegable y una factura impecable, como no podría ser de otro modo en una obra firmada por Ridley Scott.

Prometheus Surgery

Así pues, mi elección dentro del innecesariamente extenso metraje de esta precuela, contra toda expectativa, huye radicalmente de cualquier referencia al material original —desvirtuado por completo en esta ‘Prometheus’—, y se condensa en la claustrofóbica cámara médica en la que la doctora Shaw se practica una cesárea nada ortodoxa.

El aborto alienígena supone la explosión de una tensión perfectamente construida, iniciada en el momento en que Shaw descubre estar embarazada por una criatura extraterrestre. Tanto la preparación del procedimiento como la intervención en sí, están filmadas con un pulso envidiable y una crudeza estremecedora, alcanzando su punto álgido al revelar el hijo indeseado de la doctora, cuyos viscosos tentáculos se agitan vehementemente revolviendo las tripas del espectador más aguerrido.

Una selección a gusto del consumidor

Alien Covenant

Cada persona —y, por ende, cada espectador— es un mundo, y la selección de las secuencias tratadas en este artículo ha estado condicionada única y exclusivamente por las fobias, las filias, y la experiencia con los filmes mencionados del que suscribe.

Probablemente, a lo largo de la, hasta el momento, pentalogía ‘Alien’, haya muchos pasajes con mayor peso argumental, mejor ejecución y mayor interés que los cinco anteriores; pero lo que es innegable es que la franquicia ha regalado al respetable un imaginario, y un repertorio de recuerdos para la posteridad más grande de lo que, probablemente, ni los propios Ridley Scott y Dan O’Bannon soñasen en el ya lejano 1978.

Ridley Scott da marcha atrás y admite que no sabe lo que hace con Alien: "Quizá ruede una o dos más"

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Ridley Scott con Danny McBride

El mes pasado, Ridley Scott nos sorprendía con su ambicioso plan para la saga 'Alien', anunciando que quería rodar cuatro películas más después de 'Alien: Covenant'. Demasiadas, pensamos, pero el inglés se mostraba decidido a extender el universo de 'Alien' y confirmaba que el objetivo era enlazar con la historia de la película original estrenada en 1979 (su segundo largometraje como director).

Asimismo, Scott confirmó que es el único realizador trabajando en esta franquicia; según él, 20th Century Fox no quiso poner en marcha el proyecto que preparaba Neill Blomkamp para recuperar a Ripley. Recientemente afirmó que iba a rodar la siguiente secuela en los próximos 14 meses. Y tras todas estas declaraciones, cuando se estrena 'Alien: Covenant' rodeada de malas críticas, el director da marcha atrás y confiesa que no sabe lo que está haciendo con el Xenomorfo.

Scott con los protagonistas de Alien: Covenant en la premiere

En una entrevista para Yahoo le volvieron a preguntar sobre sus planes para la franquicia y su respuesta fue: "No lo sé. Quizá dos más, o puede que una, no lo sé". ¿Harto de cuestiones? ¿Le han dado un toque desde Fox? ¿Pérdida de confianza? En cualquier caso, un cambio de tono en Ridley Scott pero lo más llamativo son sus palabras sobre 'Prometheus' (2012) y cómo admite que se equivocó con el planteamiento, pensando que el monstruo original estaba liquidado:

"Descubrimos que los fans estaban realmente frustrados. Querían ver más del Alien original y yo creía que estaba definitivamente frito, con una naranja en la boca. Así que pensé: 'Wow, ok, estoy equivocado'. Los fans... no son la última palabra pero son un reflejo de tus dudas sobre algo, y entonces te das cuenta si estabas equivocado o tenías razón. Creo que no eres sensato si realmente no tienes en cuenta la reacción de los fans."

Vaya, parece que nos escucha, eso es bueno. Ya veremos qué ocurre con la saga, todo va a depender de cómo funcione en taquilla 'Alien: Covenant', si el público acude en masa a verla Scott podrá seguir jugando con estos monstruos y los enigmáticos ingenieros. Más abajo dejo una interesante pieza promocional sobre 'Alien: Covenant' que juega con la realidad virtual:

Xenomorfos multiformes: comics, novelas, videojuegos y otras mutaciones de 'Alien'

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Aliencomics

Las secuelas oficiales de 'Alien' nos las sabemos ya: cuatro entregas canónicas, la primera de ellas generalmente considerada a la altura de la película original, más dos irregulares pero interesantes continuaciones. Luego, dos entregas de 'Aliens vs. Predator' que, antes de que alguien diga algo de lo que se arrepienta, aquí nos encantan, y las dos últimas 'Prometheus' y 'Covenant'. Nos atreveríamos a decir que la menos interesante de todas es 'Covenant' pero a lo que vamos: no son demasiadas.

Para ser uno de los monstruos más reconocibles y amados de la historia del cine, seis películas no conforman una franquicia demasiado nutrida. Pero lo cierto es que el fan de la criatura concebida por H.R. Giger tiene otras fuentes a las que acudir si anda necesitado de algo de frío y salvaje horror xenomorfo.

Dejado aparte los plagios más o menos desvergonzados (algunos de nuestros favoritos: 'Contaminación - Alien invade la Tierra', 'La galaxia del terror', 'Inseminoid', 'Creature'...), y sobre todo después del bombazo de 'Aliens', se multiplicó la presencia de la criatura en múltiples medios: comics, videojuegos, libros... nos sumergimos en la galaxia de Alien para recordar algunos de los más interesantes.

Alien - Out of the Shadows

Rutger Hauer Main

Todos conocemos (más o menos) el destino de Ripley, pero hay una serie de espacios que rellenar y que se intentaron cubrir hace solo unos pocos años con una serie de novelas que se intercalan entre las películas y que forman parte del canon oficial de la franquicia. La primera de ellas, aparecida en 2014, fue 'Out of the Shadows'.

El argumento: tres décadas después de escapar del Nostromo, la nave de salvamento donde hiberna Ripley se topa con una nave minera que está siendo masacrada por una plaga de xenomorfos. El motivo del desvío: la consciencia del androide Ash sobrevivió y viaja con Ripley en la cápsula, desviando su ruta al encuentro con los aliens.

El libro contó con una versión audio lanzada hace apenas un año, en la que nada menos que Rutger Hauer ponía voz a Ash. El éxito ha llevado al lanzamiento de más libros, como 'Sea of Sorrows' (que tiene lugar años después de 'Resurrection'), 'River of Pain' (durante 'Aliens') o 'Bug Hunt' (una recopilación de relatos, no todos canónicos)

Aliens: Original Sin

Aliensoriginalsin

Aparte de esas novelas canónicas, tentáculos de la historia oficial de 'Alien', existen muchas otras que pese a ser spin-offs auspiciados por Fox, no forman parte del canon argumental de la serie. La mayoría fueron publicadas por Dark Horse, que encontró un auténtico filón en los noventa con los comics de los xenomorfos. Quizás la más interesante, publicada en 2005, sea esta 'Original Sin', que retoma personajes y situaciones de la serie cinematográfica.

Los protagonistas son Ripley 8, el clon de Ripley que conocimos en 'Resurrection', y Call, el androide interpretado por Winona Ryder en la misma película. La novela intenta responder (de forma no-canónica, recordemos) a cuestiones que, antes de 'Prometheus', eran todo un enigma: ¿se encontró el Nostromo con el planeta de los aliens de forma casual? ¿Y qué significa la nave curva abandonada que hay en su superficie?

Aliens - Genocidio

Aliens Genocide 03 09

La cincuentena larga de comics inspirados en 'Aliens' han tenido de todo: vergonzosos sacacuartos y obras de autor; respetuosos continuadores de la franquicia y puñetazos en la mesa. Quedaos con esto: si os gustan las variantes tipo los Neomorfos de 'Covenant', los comics pueden convertirse en vuestro Xanadú. Cuando queráis los repasamos todos, pero hoy os recomendamos algunos de los mejores, ideales para introducirse en la saga en papel.

En los comics de Dark Horse ha habido de todo: horribles sacacuartos y tebeos de autor

'Genocidio' es popular por introducir (insistimos por última vez: no canon) a los aliens rojos en el universo xenomorfo, cuando hace ya mucho tiempo de los sucesos de las películas y la humanidad es muy consciente de la existencia de los bichos. Se descubre que las Reinas Alien segregan una sustancia que funciona como un superesteroide y allá que van los marines, a capturar la Reina.

En el que podría ser el planeta donde nacieron los xenomorfos hay una guerra fraticida entre dos especies de aliens, los rojos y los negros. Miles de ellos y con unos pocos humanos de por medio. Muchos de los conceptos creados en este comic, el primero en distanciarse de las películas, se convirtieron en habituales en el papel. Eso sí: las miniseries se entrecruzan y solapan sin descanso; os recomendamos webs tipo Alien Anthology para seguir las líneas argumentales.

Fire and Stone

Aliensfireandstone

En 2014, Dark Horse publicó bajo el sello 'Fire and Stone' varias miniseries muy especiales, que han acabado siendo de los pocos comics de Aliens que se consideran canónicos. Entre sus puntos de interés, conectan con bastante elegancia 'Prometheus' con el universo xenomorfo: la primera vincula de forma directa 'Aliens' de Cameron con 'Prometheus' al situar físicamente cerca los planetas de ambas producciones.

También introducen a los Predator en el planeta de 'Prometheus' (esto, que en las películas se consideraría anatema, en los comics es el pan nuestro de cada día, porque no tienen vergüenza ni la conoce, y bien que está) y explican la sustancia viscosa negra que tantos dolores de cabeza da para ser encajada en la narrativa de la serie. Imprescindible si te interesa entender el alcance de 'Prometheus' en la narrativa oficial.

Aliens: Salvación

Alienssalvation

Uno de los comics de Aliens más extraños y creativos es esta pequeña serie guionizada por Dave Gibbons y dibujada por un Mike Mignola pre-Hellboy que tiene curiosos elementos en común con 'Alien 3': el típico ataque de un xenomorfo a una desvalida tripulación es solo el telón de fondo para una serie de delirios religiosos de uno de los personajes, el cocinero de la nave.

El dibujo de Mignola, lleno de claroscuros y detalles siniestros, es perfecto para una pesadilla mucho menos tecnificada de lo habitual en las historias de 'Aliens'. Simbólica y más cercana al terror gótico que a la ciencia-ficción, este 'Salvación' es un refrescante paso lateral con respecto a la estética habitual en la franquicia.

Aliens Apocalipsis: Los ángeles de la destrucción

Aliens Apocalypse

Se nos quedan literalmente decenas de miniseries de comics en el tintero, así que demos carpetazo a este área con esta cosita de Mark Schultz y Doug Wheatley. Perfecta para consolarte si no te gustó 'Prometheus', ya que cuenta una historia de origen de los Ingenieros completamente distinta a la de la película de Ridley Scott.

Tenemos ingenieros, sí (denominados aún space jockey, como se hacía en los diseños de la película original). De hecho, tenemos toda una civilización de estos superseres y un acercamiento a su cultura. Y sobre todo, tenemos un monumental alien salido del pecho de uno de ellos y que constituye la traca final de esta estupenda serie.

Aliens: The Computer Game

Por supuesto, también hay decenas de videojuegos salidos de la franquicia. Seleccionaremos unos pocos de entre los más destacados, que han sido muchos y muy notables, aunque no sin antes brindar un pequeño recuerdo también para los juegos que, a lo loco, han plagiado la estética del xenomorfo, creando monstruos memorables pero nada oficiales, como los de 'Contra', 'Metroid', 'R-Type' o 'Survivor'.

Tras un par de juegos basados en el primer 'Alien' (un plagio de 'Pac-Man' para Atari 2600 y una curiosa y rarísima aventura casi sin gráficos para 8 bits), así como un memorable dislate para MSX que no salió de Japón en el que Ripley bajaba al planeta de los aliens llamado 'Aliens: Alien 2', la película de James Cameron inspiró (cómo no) alguna aventura de acción.

Una de las más interesantes es este soberbio pegatiros en primigenia primera persona, previo a que eso estuviera de moda, y en el que el jugador debía moverse por instalaciones plagadas de aliens controlando a todos los marines y guiándose por el detector de movimiento. El resultado generaba una situación de tensión y pánico extraordinaria para los rudimentarios medios que manejaba, y muy digna de la franquicia.

Aliens (arcade)

Otro delirio japonés (pero oficial) a manos de una Capcom muy en llamas, y procedente de un tiempo en el que no importaba si las cosas eran fieles o no a la fuente original, solo importaba el despiporre y el volumen al 11. En este caso controlamos a una Ripley de armamento progresivamente más pesado enfrentándose a miles de xenomorfos y a jefes finales que parecen salidos de una versión discotequera de 'La cosa'.

Por supuesto, si lo tuyo son los spin-offs con salero y las versiones mostrencas y galácticas de 'Final Fight', recomendamos un paseo por 'Alien vs. Predator', una máquina recreativa que proporciona al jugador el nunca suficientemente elogiado placer de darle un bofetón a un xenomorfo.

Alien 3 (Super Nintendo)

La mejor adaptación de 'Alien 3' a formato interactivo fue la de Super Nintendo, con una mecánica en la que Ripley debía dar tumbos por el planeta-cárcel en el que había caído liquidando xenomorfos y liberando prisioneros prestos a ser infectados. La variedad de las misiones a efectuar era asombrosa, pero donde realmente despunta esta pequeña aventura anti-xenomorfa es en la ambientación.

Niebla pixelada, pasillos estrechísimos, niveles en penumbra... una soberbia demostración de potencia gráfica puesta al servicio del suspense y la tensión.

Alien: Isolation

Los videojuegos en primera persona de los xenomorfos arrancaron con un interesante 'Alien Trilogy' que revivía los mejores momentos de las tres primeras películas en formato pegatiros en primera persona. Pero el auténtico bombazo llegaría con 'Alien vs. Predator', un título para Atari Jaguar inspirado en los comics de Dark Horse, tremendamente influyente y perfecto en su mezcla de pánico extremo y acción explosiva con recursos muy limitados.

Sin embargo, la sorpresa llegaría hace solo unos pocos años, en 2014: 'Alien - Isolation' es la culminación de muchos años de Sega dando palos de ciego y pariendo juegos sin interés de aliens, marines y depredadores. Se acabó confiando en la gente de Creative Assembly para que pariera el que para muchos es el juego de xenomorfos definitivo: en él, los desarrolladores contemplan a lo que hacía grande a la primera película: un solo Alien, y prácticamente indestructible.

Replicando la tecnología vetusta de la película de Ridley Scott con un mimo y un detallismo que es auténtica pornografía visual para el fan fatal de la Nostromo, 'Alien: Isolation' pone a Amanda Ripley, la hijísima, a investigar la desaparición de su madre quince años después de los sucesos que acabaron con ella. Cuando llegue el momento de enfrentarse al xenomorfo se sucederán los momentos de tensión en un juego asfixiante y en el que la pirotecnia pasa a un segundo plano.

Más absurdo que 'Prometheus': 19 momentos del guion de 'Alien: Covenant' que arruinan la película

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Alien Covenant

Cuando nos sentamos a ver una película de terror, damos por hecho que si no todos, la mayoría de los protagonistas tendrá un destino violento, sangriento. Y para que eso ocurra, los creadores deben forzar un poco las circunstancias y las decisiones de los personajes, para que caigan en trampas que pueden resultar evidentes para el espectador, y sean liquidados uno a uno. Lo aceptamos, hasta cierto punto.

Por otro lado, en casos como el de 'Alien: Covenant', que se integran en una saga, juegan también una serie de elementos, reglas y exigencias, en ese contrato tácito que se establece entre el director y el público que ha pagado la entrada. Espectadores, muchos de ellos fans, con ciertas esperanzas que podrían resumirse en: "No me aburras, dame lo mejor de Alien y me tendrás a tus pies". Ridley Scott lo intenta pero fracasa.

Tras dirigir 'Alien' (1979) en los inicios de su carreta, con 41 años, y lograr un auténtico clásico, el inglés retornó a la franquicia siendo ya un septuagenario. Con la criatura manoseada y aparentemente agotada en varias secuelas, Scott proponía un viaje diferente, una exploración de la mitología, con la ambiciosa 'Prometheus' (2012). Las grandes expectativas generadas dieron como resultado un éxito de taquilla pero los comentarios de la crítica y gran parte del público fueron mayormente negativos.

Se defendió la puesta en escena de Scott, el trabajo de los actores y algunas ideas, así como la apuesta por un cuidado espectáculo de terror que, ante todo, dejaba la sensación de una oportunidad perdida. Se entendió que el guion, con personajes muy tontos y demasiadas preguntas sin responder, arruinó lo que podría haber sido una sólida entrega en la franquicia.

Damon Lindelof fue señalado como principal culpable y retirado de la siguiente entrega. Scott confesó hace poco que los palos a 'Prometheus' cambiaron sus planes, y tras decir que el Xenomorfo estaba frito, decidió recuperarlo y responder a todas las cuestiones abiertas en la precuela. Así las cosas, 'Alien: Covenant' pretendía ser todo lo que 'Prometheus' quiso ser y no pudo, un Scott con las lecciones aprendidas, otro buen reparto y Xenomorfos desatados.

El increíble resultado es que 'Covenant' ha mejorado 'Prometheus'. Lindelof no arruinó la franquicia, intentó darle una profundidad que no encajó con el resto de elementos, y en todo caso, no fue capaz de arreglar el desaguisado que le presentaron cuando se incorporó al proyecto. Ofrecer respuestas a los enigmas es un camino muy arriesgado y los creadores de 'Alien: Covenant' no demuestran tener el ingenio para ofrecer soluciones convincentes.

La saga no necesitaba resolver sus misterios con las sobras de 'Prometheus'. Necesitaba recuperar el vuelo con otra gran aventura de terror que nos dejara al borde de la butaca, con la atmósfera, la intriga y el espectáculo de sus mejores entregas. Pensábamos que Scott podría hacer otra 'Alien', o su propia versión de 'Aliens' (1986), pero parece que ese tiempo ha pasado. Y quizá debamos dejar de engañarnos cuando nos venda la siguiente 'Alien', que por lo visto quiere rodar en los próximos 14 meses.

Para concretar y señalar los problemas de 'Alien: Covenant', todo lo que la hace absurda y aburrida (incluso irritante en ocasiones, por cómo destroza la mitología), he decidido hacer un listado enfocado en las decisiones y motivaciones de los personajes, todavía más tontos que los de 'Prometheus', pero también sobre los momentos más absurdos del guion:

  • Un prólogo para subrayar. Es decir, Peter Weyland (Guy Pearce) era tan mediocre que creó a un androide, se puso a dialogar con él, y se enfadó porque le señaló un detalle evidente. Le castiga obligándole a preparar té, y David (Michael Fassbender) comienza a preparar su venganza. Así que, en definitiva, la estupidez humana creó al monstruo.

  • Empezamos la aventura con una avería aleatoria que mata al capitán de la Covenant. Justo al capitán. Que además, es James Franco. Usar a este actor para este giro es una broma sin gracia que rompe el efecto dramático que debería tener su pérdida. Por cierto, ¿explota y se quema su cápsula? Supongo que invertir tanto en crear androides perfectos implica hacer recortes por otro lado...

  • Ocupa su lugar el personaje menos indicado para liderar el grupo. La inseguridad y la fe de Oram (Billy Crudup) podrían ser matices interesantes para explicar su comportamiento pero acaban simplificándole: todas las decisiones que toma son erróneas en base a eso.

  • Toca arreglar la nave: una tediosa escena sin intriga ni verdadero contenido, insertada como excusa para que la tripulación reciba la señal de Elizabeth Shaw (Noomi Rapace). En 'Alien', sencillamente, el ordenador recibe un mensaje de socorro. Sin más. Aquí tenemos que "alucinar" con los efectos visuales para llegar al mismo sitio...

  • ¿Seguimos el camino trazado al paraíso o nos arriesgamos a morir y perderlo todo por una señal perdida procedente de un planeta desconocido? Por supuesto, el capitán elige la segunda opción, y se hace eso. Sin más. Aquí me pregunto: ¿por qué no hay un representante de los colonos despierto y defendiendo sus derechos? ¿Ningún miembro de la tripulación, ni el ordenador central, plantea que la inversión del viaje o que los colonos pueden demandarles?

  • ¿Por qué baja un grupo vulnerable que incluye al capitán y a la esposa del piloto? Puestos a descender para explorar un planeta de amenazas desconocidas, ¿por qué no bajan soldados y el androide? De hecho, ¿por qué no hay más militares y androides en esta misión?

  • Salen de la nave y exploran el planeta sin cascos. Ya puestos, me extraña que no salieran desnudos y se pusieran a procrear ahí mismo entre los campos de trigo... Por cierto, ¡fundamental que haya un personaje experto en trigo!

  • Vísteme despacio que tengo prisa. Cuando resulta evidente que uno de los miembros de la expedición está muy enfermo, y que, por lógica, ha sido causado por ALGO que hay en el planeta, las reacciones son increíblemente calmadas. Como si fuera algo normal y fácil de solucionar. De hecho, el grupo del capitán camina tranquilamente sin reflejar alarma en sus rostros ni plantearse la opción de que algunos de ellos se adelanten para ayudar.

  • ¡Explotemos la nave! Faris (Amy Seimetz) cierra la sala médica, cuya puerta tiene un cristal fácil de romper, y se pone a disparar como loca, cuando lo más lógico habría sido cerrar la nave, dejando al bicho dentro, y esperar ayuda. Dejar allí o no a la compañera supongo que es discutible, aunque creo que lo normal habría sido ayudarla mientras el bicho no ha salido del todo o aún es vulnerable.

  • Y ahora es de noche. Ridley Scott decide que en este planeta oscurece de pronto, en un instante, justo cuando explota la nave y surge el segundo monstruo, y que nadie sabe realmente disparar.

  • Sigamos a esta figura misteriosa a cualquier sitio. Sin preguntar, sin cuestionarse quién es y a dónde les lleva, la tripulación de la Covenant toma al encapuchado David como única solución desesperada, adentrándose por las ruinas de una ciudad que, pienso yo, debería provocarles cierta dosis de escalofrío y desconfianza.

  • David, el artista/científico loco en el que debemos confiar. Soy un androide solitario con melenita que cuenta una versión de los hechos cuanto menos sospechosa, llama "hermano" a Walter y defiende a un Xenomorfo que acaba de arrancar la cabeza a un miembro de la tripulación. Pero nadie piensa en tenerlo vigilado, en que quizá sea un peligro. Y el capitán llega más lejos, baja solo al sótano para comprobar qué tiene que enseñarle... ¿serán unos maravillosos dibujos eróticos?

  • El hombre nos creó para servirle, así que voy a jugar con el ADN de este monstruo para extender el horror por el universo. ¿Dónde está la lógica en el plan de David? Crear más androides, tiene sentido; liberar el virus que acabó con los ingenieros (más avanzados que los humanos), tiene sentido. Desarrollar nuevas mutaciones del Alien... ¿para qué? ¿Por diversión? Vale...

  • Si un Fassbender conoce a otro Fassbender, lo normal es que le enseñe a tocar la flauta. ¿La escena más vergonzosa de toda la película? Si no lo es, se queda cerca.

  • Los tiempos de "fecundación" y crecimiento del Alien se acortan increíblemente. El facehugger apenas pasa unos segundos en la cara de Lope (Demian Bichir) pero es suficiente para soltar su semilla. Y el Xenomorfo alcanza su estado adulto rápidamente, tras romper el pecho el ingenuo Oram (por cierto, el alien parece a punto de ponerse a bailar ante las indicaciones de David, como un fan de Baby Groot).

  • El piloto de la Covenant arriesga la seguridad de la nave y a todos los colonos porque está preocupado por su mujer. En este momento, me pregunto: ¿de verdad es una buena idea que toda la tripulación esté emparejada? ¿No hay solteros? ¿Qué pasa si muere uno de la pareja, el otro se suicida o se va a casa? ¿Y no hay una tripulación suplente? Sólo colonos dormidos...

  • Walter sabe que David es una amenaza pero deja que se le acerque al cuello. ¿Y se hace el muerto para luego salvar a su querida amiga? Después de las reflexiones a lo 'Blade Runner' y los momentos homoeróticos entre ambos, llega una pelea totalmente absurda y confusa que lleva a 'Alien' a terrenos más propios de 'Terminator'.

  • Sube un androide con los supervivientes y nunca ponen realmente en duda que es Walter. Tiene que ser Walter. Por el pelo. Y por la mano. Es imposible que David se haya cortado una mano para sobrevivir...

  • Después de todo, una escena gratuita de sexo. Porque lo que más apetece después de una matanza que ha podido acabar con toda la tripulación, es meterse en la ducha para interpretar un videoclip erótico. Claro, en el tráiler quedaba de fábula.

Hasta aquí mi repaso a los momentos más incoherentes, absurdos y tontos de la película. Seguro que me dejo algunos más. Espero que uses los comentarios para aportar alguno más o debatir sobre el guion de 'Alien: Covenant'.

De creador a destructor: por qué Ridley Scott debería dejar la saga 'Alien'

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Ridley Scott Alien

Hacer un repaso a través de los numerosos créditos como director de Ridley Scott es una tarea que podría afectar seriamente a la salud mental del cinéfilo más aguerrido. Ser consciente de que títulos como ‘Thelma & Louise’, la siempre reivindicable ‘Black Hawk derribado’, o su fantástico debut ‘Los duelistas’ comparten filmografía con ‘Exodus: Dioses y reyes’ o ‘Robin Hood’, alimenta la sensación de que vivimos en una mentira, y la creencia de que Scott no es el infalible cineasta de culto que todos creíamos.

Centrándonos exclusivamente en su labor dentro de la ciencia ficción, ocurre algo similar. Los aficionados al género debemos agradecerle eternamente clásicos imperecederos como ‘Blade Runner’ y, por supuesto, ‘Alien: El octavo pasajero'. No obstante, lo que Scott nos da, Scott nos lo quita; y el padre de una de las sagas más queridas por el fandom ha terminado convirtiéndose en su destructor, hecho que ha confirmado definitivamente la reciente ‘Alien: Covenant’.

Ridley Scott: Genio venido a menos

Ridley Scott Alien Set

Duele hacer retrospectiva sobre el origen de la antología ‘Alien’ y el magnífico ejercicio de tono, forma y estilo que ejecutó Scott en 1978; especialmente después de haber digerido a duras penas ‘Covenant’. En esta nueva precuela, casi reboot encubierto de ‘El octavo pasajero’, resuenan muy débilmente los ecos del genio artesano que cambió el terror espacial a bordo de la Nostromo hace casi cuatro décadas.

Poco o nada, más allá de las desvirtuadas criaturas protagonistas, queda ya de aquél terrorífico mecanismo de relojería repleto de giros imprevisibles, gusto por el detalle y la sencillez, y un empleo magistral del suspense capaz de coexistir con las secuencias más violentas e impactantes. En su lugar, el —impecable— espectáculo audiovisual, vacuo, e innecesariamente pomposo de ‘Covenant’, toma las riendas de una franquicia que ha perdido su esencia por completo.

Ridley Scott Alien Set 2

A pesar del descalabro, parte del código genético del Ridley Scott de finales de los setenta permanece intacto entre secuencias de acción poco inspiradas, personajes olvidables, y disparates argumentales que tiran por tierra el mito del aterrador xenomorfo. El buen gusto a la hora de construir escenarios y crear mundos y, sobre todo, su maestría en cuanto a diseño de producción se refiere, continúan intactos cuarenta años después.

No obstante, contar con un Scott evidentemente fuera de forma, poco inspirado y que, a juzgar por sus últimas declaraciones, ha perdido el rumbo dentro de su propia creación, ha hecho flaco favor a una saga caracterizada por su carácter regenerador, y que ha ido innovando a cada nueva secuela estrenada.

Una franquicia de autores

David Fincher Alien 3

No cabe duda de que, más allá de xenomorfos, sintéticos y fluídos corrosivos, el verdadero leitmotiv de la franquicia, al menos hasta la aparición de su primera precuela, ‘Prometheus’, fue su capacidad de ofrecer un producto refrescante y radicalmente diferente al anterior continuación tras continuación.

El marcado sello de autor de los directores responsables de las tres secuelas de la original, sirvió en bandeja la que, a día de hoy, continúa siendo una de las sagas más heterogéneas que puedan disfrutarse. Desde el thriller de terror de Ridley Scott hasta la rareza firmada por Jean Pierre Jeunet en el 97, pasando por el controvertido debut de David Fincher con ‘Alien3’ y la orgía de acción sin concesiones de James Cameron en ‘Aliens: El regreso’; todos y cada uno de los rubricantes y sus obras han contribuido a llevar un paso más allá el universo ‘Alien’.

Es por esto que el regreso de Scott en las dos últimas entregas, sumado a su afán por tomar control total sobre la licencia, no sabemos si por puro ego, por amor incondicional hacia ella, o por el olor de un buen fajo de billetes, se antoja aún más difícil de procesar a juzgar por los resultados vistos en pantalla y la falta de enfoque de los mismos.

‘Prometheus’: El principio del fin

Ridley Scott Prometheus Set Noomi Rapace

El comienzo del declive de ‘Alien’ vino con una ruptura drástica frente a lo establecido hasta la fecha. Scott aterrizó en las salas de todo el mundo con una ‘Prometheus’ que, más que plantear una precuela de los acontecimientos derivados de ‘El octavo pasajero’, parecía iniciar una nueva franquicia que tomaba como referencia el imaginario ya existente, y que terminó enlazando de forma inconexa con la original.

Con la perspectiva que da haber padecido ‘Covenant’, pensar en ‘Prometheus’ resulta, sorprendentemente, menos doloroso de lo que debería. Desatinos narrativos y ridiculeces argumentales aparte —que las tiene, y a espuertas—, la cinta de 2012 constituye una obra de ciencia ficción con tintes de terror más que decente, que cae en los terrenos del auténtico despropósito al integrarla en la mitología ‘Alien’.

Ridley Scott Prometheus Set

Esta, precisamente, fue la principal queja de las legiones de seguidores de la saga, ansiosas por ver los orígenes que condujeron al horror vivido por Ripley y la tripulación de la Nostromo. En lugar de esto, presenciaron una suerte de reinicio del “alienverso”, con exceso de cháchara e ínfulas intelectualoides y sin rastro de todo aquello que hizo grande al largometraje del 78.

Ridley Scott dio por concluida la travesía de los xenomorfos por la gran pantalla, y se encontró con la furia de un fandom que terminaría dando la vuelta a una tortilla de la que ni tan siquiera su responsable directo conocía los ingredientes. De este modo, Scott, dejando entrever que no poseía un rumbo fijado para ‘Alien’, ha rectificado en una ‘Covenant’ que no ha hecho más que dar la puntilla a la antología.

‘Covenant’, Scott, y el tridente de Shiva

Ridley Scott Covenant

Resulta irónico que uno de los ejes temáticos sobre los que pivota ‘Alien: Covenant’ sea el concepto de la creación y la naturaleza del creador como ente megalómano capaz de obrar un milagro y, al mismo tiempo, de causar el mayor de los desastres. Dentro de este contexto, la figura del propio Ridley Scott podría verse reflejada sobre cierto personaje troncal del filme, cuyo arco no dista mucho del del realizador profanando su propia obra.

Motivos para considerar ‘Alien: Covenant’ como una profanación del universo co-creado por Dan O’Bannon no faltan. Scott, atendiendo a los comentarios de los fans, ha dado a luz una suerte de híbrido entre ‘Prometheus’ y su obra maestra protagonizada por Sigourney Weaver, unificándolas torpemente y ubicándolas en una desalentadora tierra de nadie. El resultado cae en los límites del absurdo y la pedantería de su predecesora, y en la reconversión del alma de ‘El octavo pasajero’ en un sucedáneo de slasher espacial hueco y decepcionante.

Ridley Scott Covenant Set

Los shivaístas creen que el tridente que porta la deidad Shiva en sus representaciones simboliza la combinación de los atributos de creador, destructor y regenerador. Dichas cualidades casan a la perfección con la relación entre Ridley Scott y la saga ‘Alien’. Dentro de esta dinámica, el realizador nos regaló una obra maestra que derivó en una saga y un universo expandido de una riqueza envidiables para, más tarde, pervertir su propio trabajo hasta prácticamente arruinar su leyenda.

En lo que respecta a la regeneración, la única opción plausible que puede barajarse para recuperar la esencia del “alienverso” es la salida del mismo de un Ridley Scott obcecado en permanecer al frente de la franquicia cueste lo que cueste. Un empecinamiento que ha dejado en el limbo la esperanzadora ‘Alien 5’ que estaba gestando Neill Blompkamp, y que nos está haciendo creer más que nunca que Jorge Manrique estaba en lo cierto cuando decía que “cualquier tiempo pasado fue mejor”.


'Prometheus' no es tan mala como se dijo: su existencialismo grotesco merece una segunda oportunidad

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Prometheusportada

De un tiempo a esta parte las precuelas, secuelas tardías y reboots llenan las multisalas quemando el último cartucho del branding como forma de creación. Las reacciones a los distintos experimentos que tenemos oportunidad de ver van desde el conformismo al cabreo monumental de aficionados a títulos de culto. En el caso de la saga ‘Alien’ la cosa responde a una secuencia de reacciones, cuanto menos, dignas de estudio.

De unas primeras sensaciones desde lo tibio a lo entusiasta, la opinión en redes sociales se va agriando hasta crear un subconsciente colectivo de rechazo a ‘Prometheus’ que se toma como opinión generalizada. En principio, la decepción con el filme provenía de su desvinculación con la serie de películas de ‘Alien’ que conocemos, otros sectores detallan exceso de pretensiones, y un tono de serie B inintencionada que no casa con sus elevados referentes culteranos.

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Universo paralelo

Prometheus’ tiene unas cuantas taras y momentos que caminan por la delgada línea que separa lo arriesgado y lo ridículo. Pero en su locura de ideas y soluciones visuales, su mitología paralela a la saga bajo la que está amparada y sus sólidas bases de ciencia ficción ancestral se encuentra una película única, una explosión de coherencia dentro de su caos interno que la hace una propuesta atractiva y perfectamente disfrutable, siempre que se tenga claro que no es una precuela como tal, sino el desarrollo del universo ‘Alien’ que Scott habría querido.

Todos sabemos cuáles son sus puntos débiles: esos personajes estúpidos, esos san fermines delante de un derelicto rodante, esa colocación de vasijas cual huevos de alien… ni siquiera los excelentes montajes extendidos de fans a base de escenas eliminadas logran solucionar estos problemas. Sin embargo, su visionado funciona a contrapelo de los deseos de quien espera ver una película de la serie, o al menos de terror espacial influenciado por la original. Cuesta acostumbrarse a saber de qué va realmente, pero Ridley lo tiene claro. Otra cosa son las expectativas.

Prometheus3

Como obra de ciencia ficción y horror, además de explorar los temas disgresivos planeados por Ridley Scott desde los tiempos de ‘Blade Runner’ (1982), incluye una serie de elementos presentes en la ‘Alien’ original que no pasaron el corte presupuestario. La idea de una pirámide diseñada para el ‘Dune’ de Jorodowsky, jeroglíficos y toda una atmosférica exploración en busca de los creadores de la raza humana que se basa directamente en los relatos de Lovecraft ‘En la noche de los tiempos’ y ‘En las montañas de la locura’, que ya apuntaba Dan O’Bannon en su guion original.

La visión de Ridley Scott

Tenemos, pues, que el artificio de la precuela es más bien una excusa, ‘Prometheus’ es una extensión de la primera, para acercarse a esa versión anhelada de un ‘Alien’ de tres horas de Scott. El director invoca a otros nombres fuertes de la ciencia ficción de la rusia de los setenta y pone el copete trazando bridas con su propia visión del universo de Philip K. Dick con una visión de la ansiedad vital replicante personificada en David, un androide genial que resulta ser lo mejor de ‘Alien: Coventant’, la cual repite todos los temas de esta pero forzando torpemente sus nexos al universo original.

La lógica de adns alterados, extrañas salsas cósmicas que crean monstruos, parásitos y mutaciones impredecibles recoge algo que había perdido la saga desde su primera secuela. Lo que nos repugnaba, asustaba e impactaba de la primera es que no entendíamos esa nueva forma de vida. Veíamos su modus operandi, lo observábamos con pavor y fascinación. Era desconocido, extraño y biológicamente “incorrecto”. Por ello el elemento incoherente y mutágeno de los experimentos de los ingenieros resulta atractivo, peligroso, desconocido y grotesco. Es precisamente la falta de lógica aparente lo que se echaba en falta.

Prometheus1

La potencialidad celular de las criaturas y engendros de ‘Prometheus’ no entran dentro del canon que conocíamos. Pero mandan un mensaje a nuestro cerebro de que algo tan extraño como un alien sólo podría haber salido de una serie de procesos aleatorios de ese calado. Scott no explica nada y por ello, el efecto subconsciente triunfa dónde no lo había hecho el género en muchos años. La necesidad de recibir todo mascadito, preparado y explicado recibe aquí una vacuna de choque. Puro delirio de cine de criaturas.

Un cocido de ideas, terror y gran ciencia ficción

Todo se adereza con elementos añorados en el género. Scott Propone una ciencia ficción expansiva, literaria, con una subtrama de ingenieros, colonos interplanetarios que crean a la raza humana por puro accidente. Los hombres se retratan como meras marionetas, un mensaje irreverente, anticreacionista y maquillado como ciencia ficción de palomitas, cuando el hecho de ser una variación (un experimento fallido, más bien) de una especie avanzada implica un desafío a muchas teorías de la creación reales y un pavor primigenio ante nuestra insignificancia en el cosmos.

Si a este cocido de violencia, conceptos de horror lovecraftiano e ideas le sumamos una concepción visual preciosista, cuidada y con una escala de acción y puesta en escena esplendorosa, ‘Prometheus’ merece una segunda oportunidad, más hoy cuando ‘Alien:Covenant’ ha demostrado que sus mejores momentos son los que la unen a esta, pese a que no crea elementos novedosos, la nueva mitología creada aquí es un mundo fascinante, puro aceite contra agua cuando se acerca al de las secuelas tradicionales y solo por ello merece un poquito, solo un poco más, de respeto.

Damon Lindelof cree que la secuela de ‘Alien: Covenant’ mostrará el planeta de los Ingenieros: ¿tiene sentido aún la saga?

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Ingenieros en Alien Covenant

Gracias a 'The Leftovers', una serie que ha ido de menos a más, Damon Lindelof vuelve a ser el cotizado creador que fue hace años, antes de que el final de 'Perdidos' ('Lost') y la decepción general con 'Prometheus' provocara que su talento fuese duramente cuestionado. De nuevo en el calendero, al guionista y productor le han preguntado por 'Alien: Covenant'.

Lindelof participó en conversaciones sobre la secuela pero Fox y Ridley Scott no contaron con él; el resultado es que 'Covenant' ha recibido peores críticas y haciendo menos dinero en taquilla, lo cual está llevando a la reivindicación de 'Prometheus'. Lindelof no parece guardar rencor ni al estudio ni a Scott, quien al parecer le informó claramente de sus intenciones y podría retomar las ideas que discutieron para continuar la franquicia.

"Creo que una de las conversaciones que tuvimos al final de 'Prometheus' es que, básicamente, Shaw y David han fijado las coordenadas del planeta donde proceden los Ingenieros. ¿Cómo es ese planeta? Ridley lo llamó el Paraíso. ¿Qué pasa cuando aterrizan a ese planeta? No parece que hayan llegado todavía allí en 'Covenant'."

Es decir, si Lindelof no se equivoca, 'Covenant' es como un desvío en el viaje que emprendieron Shaw y David al final de 'Prometheus'. ¿Por qué se detuvieron allí en lugar de continuar? Bueno, si has visto la película sabrás que el androide realiza una serie de "actividades" que podrían explicar la necesidad de una parada, antes de dirigirse realmente al hogar de los Ingenieros. O quizá Scott, simplemente, cambió de idea, ya sabemos que modificó su plan inicial.

Lo cierto es que hace dos años anunció que la secuela de 'Prometheus' se titularía 'Alien: Paradise Lost' ("Alien: Paraíso Perdido") y lo que narra en 'Covenant' no encaja con las declaraciones que hicieron Lindelof y Scott cuando se estrenó 'Prometheus' y hablaron de cómo pensaban continuar la saga; su idea era centrarse en el viaje de Shaw y David al planeta de los Ingenieros, mostrando que el verdadero "paraíso" no encajaba con las bonitas ideas religiosas que tenemos en la Tierra.

Jesucristo alienígena y la problemática continuidad

Incluso, Scott se planteó deslizar el concepto de Jesucristo como uno de los Ingenieros, enviado para darnos un aviso; y al ver que fue crucificado, estos "dioses" decidieron acabar con nuestro planeta (imitando la premisa de 'Ultimátum a la Tierra'). Así que quizá no hubo sólo un cambio de título sino de guion y la llegada al "Paraíso" podría ocurrir en la siguiente entrega. De hecho, Scott afirmó antes del estreno de 'Covenant' que rodará la próxima 'Alien' en los próximos 14 meses, intención que encaja si ya tiene el proyecto avanzado.

Alien Covenant

El hecho de que Scott quiera rodar al menos otra película más de la saga (de cuatro ha bajado a "una o dos") podría deberse también a un deseo por aclarar detalles que parecen romper la lógica de la saga. Sin soltar spoilers, hay cuestiones relacionadas con el Xenomorfo y los Ingenieros que no encajan con lo que vemos en 'Alien' (1979), cuando 'Prometheus' y 'Covenant' son precuelas de ésta. Por ejemplo, ¿por qué el "Space Jockey" original es tan grande? ¿Y cómo llegan los huevos a la nave que se encuentra la tripulación de la Nostromo?

'Alien': todas las películas de la saga ordenadas de peor a mejor

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Alien

Han pasado prácticamente cuatro décadas desde que Ridley Scott estrenase la maravillosa 'Alien: El octavo pasajero'. Aquella pequeña gran joya, surgida de la mente del propio Scott y el guionista Dan O'Bannon en 1978 dio pie a una saga compuesta por seis largometrajes de naturalezas radicalmente diferentes entre sí y que han hecho correr ríos de tinta en eternos debates sobre su calidad y respeto al original.

A lo largo de la siguiente lista, y con motivo del lanzamiento de 'Alien: Covenant' en DVD y Blu-Ray, intentaremos arrojar un poco de luz sobre qué filmes dentro de la franquicia merecen ser disueltos en saliva de xenomorfo y cuáles tocan la gloria, repasando de peor a mejor las tres secuelas y dos precuelas a la original que conforman una de las antologías más adoradas por los devoradores de cine de género.

'Alien: Covenant' (Ridley Scott, 2017)

Cuanto más pienso en ello, más gracia me hace que 'Alien: Covenant' explore la temática de la creación y el cariz del creador como una suerte de individuo perdido en su inmenso ego y capaz de obrar tanto el mayor de los milagros como dar pie a la más terrible de las desgracias. Lo curioso y simpático de todo esto es que podría extrapolarse a la figura de un Ridley Scott que nos regaló una de las mayores joyas de la ciencia ficción y el terror de todos los tiempos para, casi cuatro décadas más tarde, tirar por tierra su mito.

La última entrega estrenada hasta la fecha de la longeva franquicia espacial trata de acallar las voces críticas con la ampliamente superior 'Pometheus', ofreciendo un producto prefabricado que intenta agradar a los fans desencantados sin dejar de lado las ínfulas del director. El resultado es un producto en tierra de nadie que desvirtúa a la criatura a la que debe su existencia hasta utilizarla como un mero reclamo publicitario.

Irrita especialmente ver cómo el propio Scott, que antaño nos ofreció un terror brillante, seco, y lleno de suspense, transforma su ópera prima en un slasher insustancial hinchado con toda la cháchara que definió a 'Prometheus' y que, en esta ocasión, se cree mucho más inteligente de lo que es. 'Covenant' es una auténtica puñalada directa al corazón para todos aquellos que aman incondicionalmente la antología del xenomorfo.

'Alien: Resurrección' (Jean Pierre Jeunet, 1997)

Me duele en el alma obligarme a ser lo más objetivo posible a la hora de confeccionar este ranking y dejar a un lado la sensiblería y todo el cariño que le tengo a esta 'Alien: Resurrección'. Por mucho que siga disfrutando con su demencial propuesta que abraza clones, xenomorfos humanoides y un horrible sentido de la estética propio de finales del siglo pasado, hay que reconocer que su guión y dirección están a años luz del resto de la saga.

No obstante, aunque sea una dolorosa muestra de lo peor que han podido dar las mentes del guionista Joss Whedon y el director Jean Pierre Jeunet a lo largo de sus prolíficas carreras, el poder identificar el código genético de ambos creadores en cada línea de diálogo, definición de personaje o juego con las ópticas, da a esta cuarta parte un encanto particular que ayuda a olvidar —e incluso perdonar— las más que evidentes carencias del filme.

Pese a todo, 'Alien Resurrección' esconde entre su amasijo de locuras trasnochadas un buen puñado de ideas interesantes —fantástico el momento de los xenomorfos comunicándose—, que descubrir con el peculiar —y, a su modo, carismático— grupo de antihéroes que la protagonizan encabezado por un inmejorable Ron Pearlman. Por su arriesgada a puesta de autor se salva de la quema, pero ganas nos dan de incinerarla cuando recordamos a Ripley jugando al baloncesto.

'Prometheus' (Ridley Scott, 2012)

He sido el primero en proferir exabruptos y maldiciones varias sobre 'Prometheus' desde el momento en que la descubrí hace ya un lustro, pero parece ser que el tiempo sí nos aporta nuevas perspectivas, ya que, a cada nuevo visionado, el retorno de Scott a su franquicia se me antoja mucho más decente y rico de lo que me pareció en primera instancia.

No; esto último no significa, ni mucho menos, que 'Prometheus' quede libre de todos sus pecados y de la lacra de un guión escrito por un Damon Lindelof más preocupado por crear misterios e incógnitas irresolubles que por tratar de aportar un mínimo de coherencia al conjunto. Geólogos que se pierden, gente que corre en línea recta, cesáreas intergalácticas, pseudo-zombis... la lista de disparates es de todo menos breve.

Pero detrás de todo esto, la precuela de 'El octavo pasajero' esconde pasajes de lo más interesantes, así como un puñado de personajes al nivel de las circunstancias. No obstante, donde destaca el filme es en su propuesta totalmente rupturista con lo visto anteriormente y en su exploración del universo 'Alien' a niveles más profundos de los que podíamos esperar. Si, el experimento no salió demasiado bien, pero se agradece el cambio de aires.

'Alien³' (David Fincher, 1992)

Siempre me ha gustado definir la saga 'Alien' —sin contar las precuelas— como una sucesión de aproximaciones con sello de autor a las mitologías de la criatura y la Teniente Ripley. Es por esto que duele sobremanera pensar en cómo los ejecutivos de Twentieth Century Fox no dieron alas a la creatividad de un David Fincher primerizo que pudo firmar una notable continuación a lo visto previamente, quedándose finalmente en lo aceptable.

Estos destellos de brillantez pueden verse en el montaje del director de 'Alien³', en el que, además de dejar patentes gran parte de los recursos a la hora de planificar y mover la cámara que se irían viendo a lo largo de la carrera de Fincher, se da una solidez y coherencia aún mayores al relato,** mutilado vilmente por el estudio para su estreno en cines**.

Su inigualable ambientación, su esencia lúgubre y sombría, y ese valiente tercer acto, con una Ripley entregándose a un sacrificio mesiánico —brazos en cruz incluidos—, y que termina de perfilar el marcado subtexto religioso de la cinta, son motivos más que suficientes como para dar a la tercera parte de la franquicia una más que merecida medalla de bronce.

'Aliens: El regreso' (James Cameron, 1986)

El nada desdeñable segundo puesto en esta lista lo ocupa el desembarco de James Cameron en la saga, que recogió el testigo de Ridley Scott llevando todo un paso más allá y transformando el thriller de terror original en lo que mejor sabe hacer: cine de acción. De este modo, y añadiendo una "s" al final del título en lo que es toda una declaración de intenciones, Jim firmó una secuela tan diferente como a la altura de la original.

'Aliens: El regreso' supone una evolución lógica a su predecesora, apostando por una inigualable mezcla de terror y acción que utiliza la guerra de Vietnam como principal recurso metafórico a la hora de edificar la odisea de Ripley, Newt y los marines espaciales. Dos magníficas horas y media en las que la tensión, los sobresaltos y una infinidad de momentos que ya han pasado a la historia del celuloide harán las delicias de cualquier espectador mínimamente entregado a la causa.

Desde el "Game over, man!" del desaparecido Bill Paxton, hasta ese enfrentamiento con la Reina Alien a bordo del Power Loader en el que la Teniente entona su mítico "Get away from her, you bitch!", 'Aliens' atesora mil y un motivos que la convierten en una auténtica fiesta para cualquier amante del género que se precie. Sus impecables efectos especiales, su pulso narrativo y la visión única del blockbuster que posee el señor Cameron terminan de justificar con creces su legado.

'Alien: El octavo pasajero' (Ridley Scott, 1978)

Como no podría ser de otro modo, la 'Alien' de Ridley Scott y el guionista Dan O'Bannon ocupa el primer puesto en la lista de las mejores películas de la antología; algo perfectamente comprensible a tener en cuenta que también estamos hablando de una de las mejores películas de terror de la historia, que puede mirar a los ojos y sin vergüenza alguna a grandes hitos del género como pueden ser 'El resplandor', 'La cosa' o 'El exorcista'.

El modo en que la pareja de autores asaltan sin piedad el inconsciente del espectador empleando una incómoda temática sexual subyacente, que explora subtextos como el de la violación del cuerpo y la intimidad o la visión del parto desde el punto de vista masculino, dio lugar a un ejercicio aterrador cuyos efectos se mantienen inalterados, manteniendo el mismo grado de efectividad a la hora de estremecer al respetable que hace cuatro décadas.

Junto a su potencial para provocar noches en vela, el grotesco imaginario diseñado junto al artista suizo H.R. Giger, una excepcional dirección de Ridley Scott —impresionante uso del espacio y el fuera de campo—, y momentos como el "nacimiento" del chestburster, que han pasado a formar parte del imaginario popular, son varias de las pequeñas piezas que ayudaron a moldear una de las joyas imperecederas del séptimo arte y, por supuesto, la mejor entrega de la saga a la que dio pie.

Fallece Harry Dean Stanton, el eterno secundario que brilló en 'Paris, Texas', a los 91 años de edad

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Harry Dean Stanton

El mítico intérprete Harry Dean Stanton ha fallecido esta noche en la ciudad de Los Angeles a los 91 años de edad por causas naturales. Con su desaparición, el actor ha dejado huérfanos tanto a la industria como a los cinéfilos de todos los rincones del globo del genio propio de uno de los grandes —y, en muchas ocasiones inadvertidos— estandartes norteamericanos de la interpretación de los últimos tiempos.

Stanton, que supo brillar como ningún otro en un segundo plano sin necesidad de ostentar más protagonismo del necesario, deja a su paso un intachable legado construido a lo largo de sesenta años de carrera, iniciada en 1954 con un papel en un episodio de la catódica 'Inner Sanctum'. Desde entonces, el natural de Kentucky engrosó su filmografía hasta alcanzar la impresionante cifra de 200 créditos.

Harry Dean Stanton Escape

Durante su trayectoria se ha codeado con los más grandes nombres del séptimo arte, trabajando con directores como Ridley Scott, Martin Scorsese, Monte Hellman, Sam Peckinpah o John Carpenter —por poner algunos ejemplos—. Del mismo modo, Stanton se caracterizó por abarcar un amplio abanico de géneros, estilos y producciones, aportando su grano de arena a filmes que oscilan desde la grandeza de 'El padrino: Parte II' o 'La última tentación de Cristo', hasta la genial modestia de 'Repo Man'.

Para el recuerdo quedan sus colaboraciones con David Lynch en 'Corazón salvaje', 'Inland Empire' y 'Twin Peaks: Fuego camina conmigo' —en el papel de Carl Rodd que repitió en la reciente tercera temporada de la serie—. Además de su rol en 'La chica de rosa', cabe destacar su escarceo con el cine de género, que nos regaló, entre otros, al memorable Brett de 'Alien: El octavo pasajero' o a Brain, de '1997: Rescate en Nueva York'.

No obstante, la inmensa mayoría de nosotros le recordaremos gracias al que fue su primer papel protagonista: el Travis Henderson de la maravillosa 'Paris, Texas', dirigida por Wim Wenders en 1984. Pero, más allá de por sus papeles, merece la pena evocar a Stanton a través de las palabras que el crítico de cine Roger Ebert vertió sobre él en una ocasión: "Ninguna película que tenga a Harry Dean Stanton o a M. Emmet Walsh interpretando un papel secundario puede ser mala de ningún modo."

Descanse en paz.

De 'Los Simpson' a 'Alien': series, personajes y franquicias que ahora son Disney

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Cabecera Fox

Es la noticia del mes, y quizás del año, en lo que respecta a las majors norteamericanas. Disney ha comprado por 52.400 millones de dólares la mayor parte de 21st Century Fox. Tras un primer acercamiento frustrado, una nueva oferta ha cuajado en un anuncio oficial que convierte a la Casa del Ratón en una corporación del entretenimiento como pocas se han visto en la historia de Hollywood.

Disney está creciendo a pasos agigantados y a golpe de talonario: los anuncios de compras de Pixar, Lucasfilm o Marvel fueron solo primeros pasos (de gigante, eso sí) en una dirección muy específica: controlar el mercado de la animación y, tras eso, una saga mítica o la tendencia en blockbusters más rentable del momento. La compra de Fox, sin embargo, va más allá: la cantidad de franquicias, subsellos y propiedades (algunas de ellas, absolutamente míticas) que adquiere Disney con este movimiento es variadísima y apabiullante.

Por ejemplo: Searchlight, Home Entertainment y la compañía de animación Blue Sky. En cuanto a televisión, FX, National Geographic, los canales de cable de negocios, deportes regionales, cadenas internacionales como Star India y el 39% de Sky. Una cantidad de producto audiovisual que abre una serie de vías para futuras producciones (ya sabemos que Disney no tiene problemas en explotar a conciencia sus propiedades) absolutamente demoledoras. Y que, por cierto, predijeron 'Los Simpson' (¡quién si no!) en noviembre de 1998.

Vamos a revisar, muy someramente, algunas de esas nuevas propiedades de Disney. Seamos cautos con las conjeturas: lo primero que se vaticinó con la compra de Lucasfilm era un crossover inmediato entre Mickey Mouse y 'Star Wars', y aún no estamos en esa página. Estas son algunas de las franquicias que seguro que sí posee Disney.

Cine clásico y no tan clásico

Los derechos de películas clásicas de Fox se remontan a 1915, año en que se se creó la compañía. Sus primeros éxitos multitudinarios datan de los años treinta, con las películas de la estrella infantil Shirley Temple. En 1950, 'Eva al desnudo' ganó seis Oscar, entre ellos el de Mejor Película, y poco después, Fox inventó el formato Cinemascope para luchar contra la cada vez más poderosa televisión, rodando una buena cantidad de películas en ese formato.

Marilyn Monroe protagonizó algunas de sus películas más conocidas para Fox, como 'Niagara' o 'La tentación vive arriba'. Y la película casi hunde la compañía, 'Cleopatra', hoy es un clásico mayúsculo. Como lo son 'Sonrisas y lágrimas', 'MAS*H', casi todas las películas de Mel Brooks, 'Qué verde era mi valle', 'El estrangulador de Boston', 'Las uvas de la ira', 'Hello, Dolly!', 'Me siento rejuvenecer', 'Laura', '¡Tora!¡Tora!¡Tora!' entre muchas otras.

Y hay más, claro, clásicos y éxitos modernos como 'Titanic' (copropiedad con Paramount), las 'Solo en casa' o las 'Kingsman' entre, como es de suponer, muchísimas otras. En el apartado de animación, películas de éxito variable como las 'Rio', 'Carlitos y Snoopy', y una saga de la envergadura de 'Ice Age' (algo sobreexplotada, eso sí).

Cabe pensar que muchas de ellas pasarán a formar parte del futuro canal de streaming de Disney, que cada vez parece menos un caprichito de major y más una amenaza seria para Netflix, HBO y compañía. La compra de Fox convierte a Disney en el principal propietario de Hulu, y así cobran peso los rumores de que Hulu podría ser la base de este nuevo servicio de la compañía.

Superhéroes

Es el movimiento más publicitado de toda la compra: ahora Disney sí que posee todo Marvel, incluyendo 'X-Men' y mutantes (la palabra "mutante" puede entrar ahora a formar parte del vocabulario de las películas del MCU). La única propiedad que queda ocasionalmente fuera del amplio paraguas Marvel es Spider-Man, que sigue siendo Sony aunque las colaboraciones entre ambas compañías son cada vez más abundantes, y los Cuatro Fantásticos, que tienen su propia batalla legal.

¿Lo bueno? Podremos ver películas con absolutamente todo el Universo Marvel desplegándose ante nuestros ojos. ¿Lo malo? Posiblemente, olvidémonos de superhéroes ajenos a la plantilla típica del MCU como las recientes y estimulantes 'Logan' y 'Deadpool'.

Cine fantástico

Durante mucho tiempo, Fox fue considerada la principal productora de clásicos de cine fantástico. Solo las franquicias de ''Alien (las posibilidades que se abren con un universo que ha vivido tantas variantes como ese son infinitas) y 'Depredador' ya le habrían valido a Fox esa consideración, pero la lista de series y sagas es inacabable: de la serie de reboots de 'El planeta de los simios' a 'Rocky Horror Picture Show', pasando por 'Viaje alucinante', 'Ultimatum a la Tierra' o 'La mosca'.

La más notable, por su actualidad, quizás sea 'Avatar' (lo que puede salir de una franquicia de esas características en manos de Disney es inimaginable): de hecho, Disney ya incluyó alguna atracción inspirada en la serie en alguno de sus parques. La incorporación sorpresa al catálogo de la cosa es la película original de 'Star Wars', el 'Episodio IV'. En efecto, aunque la compra de Lucasfilm dio a Disney los derechos de la serie y sus personajes en su totalidad, Fox aún retenía los derechos de explotación de la película de 1977. Internet ya hierve, obviamente, con los deseos de una edición remasterizada de la saga al concreto, sin los retoques digitales de Lucas.

Televisión

Otra auténtica avalancha de contenido. A título personal, nada como el 'Batman' de los sesenta (eso sí: lío monumental: las grabaciones son de Fox y los personajes de Warner) y 'Buffy Cazavampiros', pero está claro que aquí el peso pesado es 'Los Simpson'. Otros hitos de la animación adulta: 'Padre de familia', 'Padre Made in USA', 'El rey de la colina', 'Archer' o 'Bob's Burger'. Y por supuesto, animación para los más jóvenes, vía Fox Kids.

Pero hay más, mucha más televisión: 'Modern Family' se emitía en ABC, propiedad de Disney, pero con la compra Disney pasa a ser dueña del estudio que la producía. Y 'Colgados en Filadelfia', 'American Horror Story', 'Fargo', 'Cómo conocí a vuestra madre', 'Futurama', 'Firefly' y, por supuestísimo, 'Expediente X'. Ya vamos contando los días para que Dana Scully sea Princesa Disney.

Las 13 mejores películas para amantes de los gatos

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Kedi

Tienen fama de ser altivos y arrogantes, de tener un carácter agrio y esquivo y de ser unas criaturas egocéntricas y algo déspotas en cuanto a su trato con los humanos se refiere pero, pese a todo esto, es muy complicado resistirse al encanto natural que desprenden los gatos.

Con motivo de la celebración del Día Internacional del Gato hemos confeccionado esta lista en la que reunimos las 13 mejores películas para todo amante de los gatos que se precie, en la que incluimos desde cine familiar hasta animación para adultos, pasando por comedias de acción e incluso por un thriller que saca el lado más oscuro de nuestros amigos peludos.

'Los Aristogatos' ('The AristoCats', 1970)

Qué mejor manera de empezar este listado que con un clásico indiscutible de la animación made in Disney como es 'Los Aristogatos', dirigida por Wolfgang Reitherman en 1970. Una cinta atemporal protagonizada por una entrañable pandilla felina compuesta por miembros de todas razas y tamaños, y coronada por una banda sonora sencillamente deliciosa.

'Oliver y su pandilla' ('Oliver & Company', 1988)

No abandonamos la animación ni el sello Disney y saltamos a 1988, año en el que George Scribner firmó 'Oliver y su pandilla'; una entrañable aventura protagonizada por un gato huérfano que se une a una banda de perros callejeros para sobrevivir en la gran ciudad y que adapta con una más que evidente libertad el clásico de Charles Dickens 'Oliver Twist'.

'Un gato en Paris' ('Une vie de chat', 2010)

Nominado al Óscar a mejor película de animación en 2011, este thriller francés, hermoso en cuanto a tratamiento visual y plástico se refiere, sigue las andanzas de Dino —un encantador gato parisino que lleva una doble vida— para recorrer los rincones más oscuros de la capital gala mientras narra una historia edificada entorno a la intriga y a su carismático protagonista.

'El gato que vino del espacio' ('The Cat from Outer Space', 1978)

En 1978 Norman Tokar firmó una propuesta tan delirante como sugiere su título. En ella, un gato extraterrestre y con poderes varios —como comunicarse con los humanos— aterriza con su nave espacial en nuestro planeta y se deja adoptar por un científico con la esperanza de que este le ayude a volver a su planeta. Por si la premisa no es suficiente motivo para echarle un ojo, la banda sonora es del mismísimo Lalo Schifrin.

'El gato con botas' ('Puss in Boots', 2011)

Después de su estelar debut en la divertida 'Shrek 2' era cuestión de tiempo que el irrepetible Gato con botas interpretado por Antonio Banderas tuviese su película en solitario. Puede que la película, dirigida por Chris Miller, no cumpliese con las expectativas puestas sobre ella, pero la impecable labor del actor malagueño como el felino espadachín la hacen más que merecedora de entrar en esta lista.

'Keanu' (2016)

Antes de que Jordan Peele arrasase con su debut en la dirección 'Déjame salir', el director, actor y guionista firmó el libreto de esta comedia de acción al más puro estilo ochentero en la que, junto a su compañero de fatigas Keegan-Michael Key, debían rescatar al adorable gatito que da título a la película de las garras de una banda de narcotraficantes. Un cóctel irresistible de carcajadas a mandíbula batiente y de onomatopeyas fruto de la ternura cada vez que el minino aparece en pantalla.

'El gato caliente' ('Fritz the Cat', 1972)

El mítico director de animación Ralph Bakshi rubricó en 1972 esta irreverente comedia para adultos basada en la tira cómica homónima de Robert Crumb. Ambientada en la década de los 60 y con un fuerte contenido satírico y sociopolítico, 'El gato caliente' lleva hasta el extremo el contenido sexual, la violencia y los hábitos poco saludables de su protagonista para dar lugar a un largometraje tan divertido como rebosante de controversia.

 'La gata en la terraza' ('Eye of the Cat', 1969)

Aunque cueste creerlo, hay gente que no le tiene ninguna estima a los gatos. Este es el caso de Wylie, protagonista de 'La gata en la terraza': un filme de terror estrenado en 1969 en el que una pareja decide perpetrar un robo en la mansión de un familiar para descubrir que está poblada por decenas de felinos que campan a sus anchas por la vivienda. Algo nada recomendable cuando sufres una fobia irracional a estos —¿adorables?— animales...

'Un gato callejero llamado Bob' ('A Street Cat Named Bob', 2016)

Basada en el best-seller 'A Street Cat Named Bob, and How he Saved my Life', este encantador relato sobre las segundas oportunidades dirigido por Roger Spottiswoode cuenta la historia real sobre cómo el músico callejero James Bowen —autor de la novela original— logró superar sus adicciones y redirigir su vida gracias a la aparición repentina de un gato. Una muestra de cómo un animal puede convertirse en un punto apoyo de valor incalculable en los peores momentos.

'Haru en el reino de los gatos' ('Neko no ongaeshi', 2002)

Qué mejor compañía que el Estudio Ghibli para sumergirnos en un mundo de ensueño habitado por gatos. En 'Haru en el reino de los gatos', la productora nipona vuelve a hacer gala de su encanto habitual para acompañar a Haru; una joven que, tras salvar a un gato de ser atropellado, descubre que este es el príncipe de un reino gatuno llamado Lure y recibe una invitación para pasar allí una temporada. Algo que, probablemente, sería un sueño hecho realidad para muchos de nosotros.

'Desayuno con diamantes' ('Breakfast at Tiffany's', 1961)

Aunque la película no gire en torno a él, no podíamos pasar por alto a uno de los gatos más icónicos de la historia del cine. Orangey —así se llamaba el felino originalmente— ganó gracias a su papel en 'Desayuno con diamantes' su segundo PATSY —un equivalente al Oscar para intérpretes animales—; un reconocimiento más que merecido al resaltar entre la nutrida iconografía popular que ha trascendido del largometraje de 1961.

'Alien: El octavo pasajero' ('Alien', 1979)

No podíamos hablar de secundarios felinos sin hacerlo del eterno Jonesy, el gato naranja de la Teniente Ellen Ripley que pululaba por la Nostromo mientras era testigo de cómo la tripulación era asesinada sin piedad por el implacable Xenomorfo. Para el recuerdo queda el fragmento que podéis ver sobre estas líneas en el que el bueno de Jones miraba en silencio cómo el alienígena daba buena cuenta de Brett.

'Kedi: Gatos de Estambul' ('Kedi', 2016)

Para cerrar la lista, nada más y nada menos que la que, probablemente, sea la obra cumbre del cine felino. Este documental, que retrata las vidas de un grupo de gatos habitantes de Estambul no sólo es una delicia a nivel audiovisual, sino que su notable narrativa describe con delicadeza y ternura la relación simbiótica entre estos cuadrúpedos y los seres humanos. Si adoras a los gatos, esta es tu película.

Por supuesto, la lista que acabáis de ver es totalmente personal y está basada en mis preferencias. ¿Qué títulos tenéis en vuestro top particular de mejores películas para amantes de los gatos?

'Alien vs. Predator': así ha sido el choque de extraterrestres en comics, cine y videojuegos

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'Alien vs. Predator': así ha sido el choque de extraterrestres en comics, cine y videojuegos

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Son dos especies temidas en toda la galaxia: en una esquina del ring, máquinas de matar absolutamente implacables y con un ciclo reproductivo que los convierte en algo así como los insectos gigantes más letales del cosmos; en la otra, una raza de cazadores curtidos a base de aniquilar especies que han ido encontrando por todos los rincones del universo, poseedores de una tecnología y unas costumbres orientadas exclusivamente a la caza y la batalla. Y a veces, como aterrorizados espectadores casuales, un puñado de humanos que solo pueden echar a correr para que no les salpique la virulencia del choque.

'Alien vs. Predator' es una de esas ideas que parece un sueño húmedo parido por un fan de la ciencia-ficción violenta. En cierto modo, así nació, pero su popularidad ha hecho que, como las respectivas sagas de Alien y de Predator, sus tentáculos se extiendan en todo tipo de medios. Videojuegos, comics, libros y, por supuesto, algunas películas, han ido narrando los distintos asaltos de esta guerra eterna. Hoy revisamos el origen y la evolución de una batalla que no tiene visos de acabar a corto plazo.

Arrancan las hostilidades

En la segunda mitad de los ochenta las franquicias de 'Alien' y 'Predator' pasaban por una época ciertamente turbulenta: en 1986 se estrenó 'Aliens', convirtiendo el horror cósmico de la película de Ridley Scott de 1979 en acción marine con bichos; y en 1990 llegaba 'Depredador 2', secuela del clásico moderno de la acción selvática (también con bicho) 'Depredador', de 1986. En esta segunda parte se encuentra uno de los primeros choques entre las dos razas, aunque como se suele decir, en diferido.

Se trata de un guiño para fans en el clímax de 'Depredador 2', cuando el sudoroso Danny Glover sube a la nave del Predator y ve un muro lleno de trofeos: cráneos de criaturas alienígenas de todo tipo. Uno de ellos es, inequívocamente, de un xenomorfo. La película del enfrentamiento tardaría en llegar, pero en cualquier caso, algo menos de un año antes del estreno de 'Predator 2', la editorial que explotaba los personajes de Alien y Predator en formato cómic, Dark Horse (desde 1988 y 1989 respectivamente), ya se había planteado también un cruce.

La idea original surgió de reuniones entre ejecutivos de Dark Horse y de DC Comics, en principio con vistas a un cruce de superhéroes y monstruos. Finalmente, el editor de Dark Horse Chris Warner sugirió mantener los cross-overs dentro de propiedades de la casa para simplificar las cosas (aunque más adelante, personajes como Batman se enfrentarían a ambas razas alienígenas).

La idea fructificó en una historia en tres partes que se incluyó en 1989 en los números 34 a 36 de la colección antológica 'Dark Horse Presents'. El tercero de ellos fue el primero en ostentar el título 'Aliens vs. Predator' (cuidado con este lío: en ocasiones "Aliens" va en singular, en ocasiones en plural, pero se entiende que ambas acepciones hacen referencia a la misma saga). También, en portada, exhibía por primera vez el choque de ambas razas de bestias. El éxito y la aceptación del público propició una miniserie.

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Los cómics: aquí empezó todo

Un mes después de estas tres breves historias, y tras un extraordinario recibimiento de los lectores, se dio luz verde a una miniserie de cuatro episodios, escrita por Randy Stradley y dibujada por Phil Norwood y Chris Warner. Ya en 'Dark Horse Presents' se abundaba en la eterna historia de "planeta alienígena marco de la guerra entre aliens y predators", y la miniserie desarrolló esos mimbres: los habitantes humanos del planeta-colonia Ryushi se convierten en aterrorizados testigos del choque entre extraterrestres.

Dos elementos de interés tiene esta miniserie que se repetirían sin cesar, con distintas variantes, en sucesivas películas y cómics. Por una parte, una superviviente humana, Machiko Noguchi, es respetada por un clan Yautja (una de las dos razas de predators) por su valor y capacidades para el combate: Noguchi inspiraría, claramente, al personaje de Lex Woods en la primera película de 2004, 'Alien vs. Predator'). Por otra parte, se detallan los rituales de los predators con mucha más precisión que en las películas, más vagas y misteriosas a la hora de dar detalles sobre las costumbres de los cazadores, y cuya mitología se ha construido esencialmente en los tebeos de Dark Horse.

En los años siguientes, y hasta 1999, Dark Horse editaría un buen número de series limitadas de esta batalla sin cuartel: se volvió ocasionalmente al formato de capítulos breves en revistas recopilatorias y números sueltos, y se cruzaron sin problemas con las series 'Aliens' y 'Predator', conformando un pequeño microcosmos. Por ejemplo, 'Aliens vs. Predator: Deadliest of the Species', una serie limitada de 12 episodios escrita por Chris Claremont y dibujada por Jackson Guice, continuaba 'Aliens: Outbreak', con la Tierra liberada tras una temporada invadida por aliens.

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Entre las miniseries más destacables de esta etapa se pueden mencionar 'Aliens vs. Predator: Duel', de dos números, secuela directa de la primera miniserie, de nuevo ambientada en el planeta Ryushi y con la presentación en sociedad del letal Predalien. O la estupenda 'Aliens vs. Predator: War', de cinco entregas, que continúa narrando las desventuras de Machiko Noguchi. El one-shot 'Aliens vs. Predator: Booty' nos presenta a una Reina Alien. Y la fabulosa 'Aliens vs. Predator: Eternal', escrita por Ian Edginton y dibujada por Alex Maleev, presenta a un humano que se ha mantenido vivo 700 años gracias a una tecnología predator robada.

En 1999 las series de 'Aliens' y 'Predator' entraron en una especie de hiato de una década, aunque la saga 'Aliens vs. Predator' no quedó suspendida de forma tan radical debido al estreno de la película de Paul W. Anderson. Así, la novela gráfica 'Thrill of the Hunt', de 2004, servía para enlazar la película con la continuidad de los comics anteriores, así como con el futuro lejano descrito por 'Alien: Resurrección' (1997). También aprovechaba algunas propuestas de la película de 2004, como las pirámides construidas por los predators para enfrentarse a los aliens. Tuvo una secuela en 2008, 'Civilized Beasts'.

En 2009 se reactivaron todas las sagas y se unificaron en una línea temporal. En el caso de 'Aliens vs. Predator' fue con 'Three World War', una estupenda serie de seis números que tomaba detalles argumentales de la recién estrenada 'Predators', como la idea de una guerra civil entre razas de depredadores. En la misma línea iban 'Fire and Stone', que intentaba encajar la caótica 'Prometheus' con un gran evento que abarcó todas las colecciones, algo que se intentó repetir con otro mega-evento reciente, 'Life and Death'.

Avp09

El complemento ideal a los comics (aparte de sagas-dislate divertidísimas y fuera de continuidad como 'Aliens vs. Predator vs. The Terminator', 'Superman and Batman Versus Aliens and Predator' o 'Aliens vs. Predator/Witchblade/Darkness: Overkill') son las novelas. En ellas se siguió desarrollando la mitología predator especialmente, y aparte de adaptaciones de la película y algunas miniseries, es destacable la reciente 'Alien vs. Predator: Armageddon' de Tim Lebbon, que forma una trilogía junto a 'Predator: Incursion' y 'Alien: Invasion'.

Guerra galáctica interactiva

Solo cuatro años después de la aparición de los primeros comics, llegó el turno de los videojuegos. El primero aterrizó en 1993 para Super Nintendo, un beat'em-up de desarrollo lateral ambientado en el planeta Vega 4, donde aparecen unos huevos de alien que motivan una llamada de auxilio por parte de los colonos. Los predators interceptan la llamada y acuden a reventar humanos y aliens. El jugador toma el control de uno de los predators que, al estilo de la recreativa 'Aliens' de Konami, tendrá que fundir una buena cantidad de xenomorfos en todos los estados de desarrollo, jefes incluidos, aunque de un modo más físico y directo.

El juego es estupendo -quizás algo confuso-, frenético y con escenarios muy variados, de unas alcantarillas a un bosque, pasando por el interior de una nave y un enfrentamiento final con una Reina Alien. El título tuvo una simpática réplica en el mecánica y argumentalmente similar, aunque obviamente más limitado, 'Alien vs Predator: The Last of His Clan' para Game Boy. Llegó solo un año después e hizo un interesante trabajo de atmósfera y ambientación con recursos muy modestos.

Un año después, en 1994, aterrizarían dos auténticos hitos para la franquicia: por una parte, el arcade de Capcom 'Alien vs. Predator', ya técnicamente con el desarrollo y estilo de un beat'em-up típico de la casa (fue desarrollado para la placa CPS-2, donde se programaron juegos como 'Marvel Super Heroes vs. Street Fighter' o 'Darkstalkers'). Permitía la participación de tres jugadores y escoger entre cuatro personajes: dos soldados humanos (uno de ellos claramente inspirado en el Schwarzenegger de 'Depredador') y dos predators, que se enfrentan a los aliens en un planeta Tierra infestado de bichos. Frenético, colorista, violento, ruidoso, y nunca portado a sistemas domésticos.

El otro hito del mismo año fue 'Alien vs. Predator' para Jaguar, el memorable fracaso portátil de Atari. Este juego de los británicos Rebellion (famosos por esta franquicia y por 'Sniper Elite') tenía como gran novedad la posibilidad de jugar como marine, alien o predator, todos enfrentándose en una base militar humana hasta los topes de carne de cañón. El resultado es altamente asfixiante y con mecánicas diferenciadas: el predator tiene puntos de honor, el marine variedad de armas, el alien puede infestar humanos y moverse por los conductos de aire... una maravilla altamente innovadora y muy imitada.

En 1999, Rebellion lanzó el auténtico bombazo: la versión para PC de su original de Jaguar, mejorándolo en todos los aspectos, pero sobre todo en velocidad y acabado gráfico, con distintos filtros de visión según la raza del personaje y que garantizaban la inmersión total en la violentísima acción. El resultado fue un éxito descomunal que permitió al estudio vivir parcialmente de las rentas desde entonces, y vinculó el enfrentamiento entre aliens y predators de forma definitiva a los videojuegos. El juego disfrutó de una interesante secuela en 2001 (con ideas como la experimentación con presos y xenomorfos).

El resto de los títulos de la franquicia van de lo curioso ('Extinction' para PS2 cambia la acción frenética por la estrategia en tiempo real, con desiguales resultados) a lo más bien pocho ('Aliens vs. Predator' de 2010, una reformulación de las esencias de la saga sin demasiado interés). Entremedias, 'Aliens vs. Predator: Requiem', una modesta adaptación de la segunda película para PSP de 2007 donde solo se podía dar vida a un predator en entornos terrestres.

'Alien vs. Predator': la película que no convenció a casi nadie

Sinceramente, no entiendo lo mal consideradas que están la película de Paul W. Anderson de 1999 y su secuela para el fan medio, el mismo que habitualmente demuestra muchas más tragaderas con otras franquicias de éxito. Sencillas, directas y con body-counts muy generosos (sobre todo la segunda) son películas hechas por y para fans, y que dan todo lo que se puede pedir a producciones de estas características: abundan en la mitología de aliens y, especialmente, la de los predators, enfrenta a los eternos enemigos cuerpo a cuerpo y hay un montón de humanos que caen como moscas. La primera especialmente es puro pulp de bichos galácticos cabreados y tiene una mala fama que no le hace ninguna justicia.

Debido a sus peculiares características, el proceso de preproducción de 'Alien vs. Predator' fue largo y pesaroso, y aunque tardó años en fructificar, comenzó a prepararse tras el éxito de los primeros comics de Dark Horse. En 1991 Fox encargó un guión a Peter Briggs ('Hellboy'), con Roland Emmerich como posible director, que no vio la luz. El productor John Davis pasó una década intentando poner de acuerdo a los seis productores de las respectivas sagas de 'Alien' y 'Predator' para que cedieran los derechos.

El siguiente guión lo desarrollaron James DeMonaco (director y guionista de la serie 'La purga') y Kevin Fox ('Negociador') que no prosperó, pero que ya acariciaba la idea de situar la acción en la Tierra, en una nave accidentada de predators llena de huevos de xenomorfo. Finalmente, se llevaron el gato al agua Paul W. S. Anderson y Randy Bowen gracias a su inspiración en las obras de Erich von Däniken, un antropólogo alucinado que afirma que las construcciones primitivas de la Humanidad, como las pirámides, son obra de extraterrestres.

Anderson introdujo en el guión la idea de la destrucción de civilizaciones a manos de los predators cuando se veían sobrepasados por los aliens (todo ello se cuenta en un flashback que está entre lo más evocador e interesante de la película). Redujo el número de cazadores de los cinco inicialmente previstos a tres y reconoció la influencia de un clásico literario: 'En las montañas de la locura', conectando el horror xenomorfo con el lovecraftiano -algo que ya estaba presente de forma muy sutil en la película original de Ridley Scott-.

La película se ambientó en la Antártida, aparte de para tener un entorno hostil, para que no se contradijera con la continuidad de las películas, ya que personajes del futuro como Ripley no debían conocer a los xenomorfos. En cualquier caso, las películas de 'Alien vs Predator' no se consideran canon, mucho menos después de que Guy Pearce interpretara en 'Prometheus' el papel al que aquí da vida Lance Henriksen y que se hablara de los xenomorfos como una creación de laboratorio, un siglo después de la acción de la película de Anderson.

El resultado es una película cuyos problemas son evidentes (tira de tópicos muy gastados en la construcción de personajes, y la mitología alien -no así la predator- no se aprovecha muy bien), pero también son obvias sus virtudes (la devoción con la que contempla a los monstruos, a los que Anderson ve como seres míticos, y a los que se esfuerza en dar todos los momentos de gloria posibles -aliens en todos sus estados de desarrollo, todos los gadgets de los predators...-). Incluso algunas cuestiones que se han señalado siempre como fallos, como que la acción tarda en llegar, particularmente no los veo tan problemáticos: la construcción del suspense, lentamente y a través del escenario, es ágil e inteligente.

Sin duda, al fan medio le molesta la asumida condición de subproducto de la película, que abiertamente no quiere contar el choque épico definitivo entre ambas especies, pero eso no hace sino sumarle un particular encanto a la producción, que asume con orgullo su condición de serie B. Y hay más: el empleo de efectos especiales prácticos, con un discreto y muy medido uso del CGI, el montaje de las secuencias de terror y acción, claro y sencillo... siempre que tengamos claro que vamos a ver wrestling entre extraterrestres y no una secuela hecha y derecha de 'Alien', pocos aspectos discutibles tiene esta simpatiquisima escaramuza.

'Aliens vs. Predator 2': ahora, por los alrededores

Algo inferior a su precedente, 'Aliens vs. Predator 2' tiene no pocos puntos de interés. El primero, sin duda, es su tremenda brutalidad, que hace que -en sintonía con otra secuela contemporánea muy especial, la del remake de 'Las colinas tienen ojos'- esta segunda parte parezca más una explotación italiana de los ochenta que una continuación oficial. En 'AvsP2' se presentan continuamente personajes para liquidarlos sin parar, y los primeros que caen son aquellos que suelen librarse en producciones más comedidas...

Los hermanos Strause, habitualmente técnicos de efectos especiales, se encargaron de la dirección después de que un guión suyo fuera descartado para la primera entrega. Tras dejar de lado ideas como la abducción de humanos para que hagan de carnaza en un planeta de entrenamiento de predators (algo que se maquillaría para 'Predators') o la caída de una nave predator en plena Guerra de Afganistán (ésta se usaría en el comic promocional 'Sand Trap', regalado con una edición en DVD del film), Shane Salerno ('Armageddon') acabó escribiendo la epopeya del enfrentamiento entre aliens y predators en la Tierra.

De nuevo confiando en los efectos prácticos más que en los digitales (es decir, bien de marionetas y prótesis, aunque para ahorrar, el interior de la nave predator se hizo con CGI), la película destaca por su extrema violencia, que le llevó a recibir una insólita calificación R. Secuencias como todas las relativas a la maternidad (con una matanza de inocentes fuera de plano o un parto no muy apto para estómagos sensibles) son de una brutalidad fuera de lo común.

Por desgracia, el resultado queda algo deslucido por una planificación oscura y que a menudo no deja que el espectador se recree en lo que sucede (justo lo contrario de lo que sucedía en la primera entrega), lo que quizás delata la mano poco experta de los directores. El Predalien que debutaba en la anterior entrega y que aquí vemos con toda su gloria tampoco se aprovecha como se debiera, y acaba siendo un alien más, pero con rastas.

Una producción simpática, en fin, irresistible en su mostrenca visualización de la violencia, pese a que se criticó que ni aliens ni predators hacían honor a su fama de letales y a su extrema inteligencia, aspecto en el que son fácilmente superados por unos humanos que tampoco destacan por su brillantez. Que la franquicia no haya tenido más secuelas pese al arrollador éxito en taquilla (y el final abierto de la segunda parte) delata el interés de Fox de no quemar sus dos propiedades. Puede que ahora, pasado el tiempo y calmadas las aguas tras las secuelas de Ridley Scott de 'Alien', sea momento de retomar este choque de titanes.


'Predator': la teniente Ripley estuvo a punto de aparecer al final

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'Predator': la teniente Ripley estuvo a punto de aparecer al final

Amor u odio. No hay término medio a la hora de posicionarse frente a ‘Predator’; la última entrega de la franquicia que arrancó en 1987 de la mano de John McTiernan y que Shane Black ha rescatado con un revival ochenteno que, para qué os voy a engañar, me cautivó casi por completo.

Aunque su sentido del humor o el excesivo protagonismo de los humanos en detrimento del extraterrestre que da título al largometraje hayan sido duramente criticados, el principal elemento de controversia en torno a ‘Predator’ ha sido, probablemente, unos reshoots y unos tijeretazos en la sala de montaje que derivaron en un tercer acto un tanto abrupto y descafeinado.

Más allá de la conclusión que llegó a las salas de cine, hemos sido conocedores de la existencia de un final original en el que se recuperaba a Ductch, el personaje interpretado por Arnold Schwarzenegger en la cinta original, estuvo a punto de materializarse. Pero hoy, gracias al artista de VFX Yuri Everson, hemos descubierto otro final con un cameo aún más espectacular —e inesperado—.

Según ha publicado Everson en su cuenta de Instagram, se rodaron tres finales alternativos de ‘Predator’ que giraban en torno al “Predator Killer”. Pues bien, en uno de ellos, tristemente descartado, hacía acto de presencia la mismísima teniente Ellen Ripley, cuyo rostro se ocultaba tras un respirador de Weyland Industries que recuerda de forma bastante evidente a un facehugger —como podéis ver sobre estas líneas—.

No sé cómo pretendían unificar la mitología de ‘Alien‘ y 'Predator' nuevamente con este cierre, ni mucho menos cómo jugarían con la continuidad de la saga protagonizada por Ripley, pero terminar con un cliffhanger de estas dimensiones hubiese sido un broche de oro para la denostada 'Predator' de Shane Black.

La saga 'Alien' podría volver en formato televisivo, con Ridley Scott como productor

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La saga 'Alien' podría volver en formato televisivo, con Ridley Scott como productor

Los rumores se han disparado desde HN Entertainment, que afirma en exclusiva que podría haber dos series ambientadas en el universo 'Alien' en preparación. Una de ellas tendría a Ridley Scott como productor e iría directa a Hulu. Se trataría de uno de los muchos proyectos que la productora de Scott, Scott Free, tiene en cartera, como 'Raised by wolves' para TNT, también de ciencia-ficción.

Uno de los posibles enfoques para esta serie sería el formato ómnibus al estilo 'Fargo' o 'American Horror Story', con temporadas independientes. En este caso, cubrirían huecos sin explotar de la caótica cronología Alien, tratada muy someramente en las películas y que se ha ido ampliando y enriqueciendo primordialmente en productos derivados, como los notables comics de Dark Horse.

La otra serie es consecuencia de la absorción de Fox por parte de Disney, y no es más que una conjetura por parte del medio. Se habla mucho de los superhéroes Marvel que acabarán integrados en el panteón Disney, como los 'X-Men', pero hay muchas otras propiedades igualmente interesantes para la Casa del Ratón, como el universo Alien. Quizás Disney, que ya ha manifestado su intención de intención de explotar franquicias más maduras en Hulu (primer ejemplo: sus nuevas series "adultas" de superhéroes) podría proseguir con la franquicia Alien gracias a la compra de Fox.

'Alien Isolation': la serie animada basada en el terrorífico videojuego lanza su tráiler un día antes del estreno

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'Alien Isolation': la serie animada basada en el terrorífico videojuego lanza su tráiler un día antes del estreno

Después del disparate y el jarro de agua fría que supuso la decepcionante 'Alien: Covenant', y tras la dolorosa caída en saco roto del proyecto que Neill Blomkamp preparaba sobre una hipotética quinta parte de la franquicia que sería una secuela directa de 'Aliens' —ignorando lo sucedido en 'Alien3' y 'Alien Resurrección'—, muchos de los seguidores de la saga quedamos tan desencantados como huérfanos de más aventuras con xenomorfos de por medio.

Muchos nos agarramos al clavo ardiendo de los rumores sobre la existencia de un proyecto de animación centrado en el universo 'Alien' que habían circulado durante los últimos meses. Finalmente, susodicha producción será una serie digital de siete episodios, titulada 'Alien Isolation: The Digital Series', y que podrá verse íntegramente a partir de mañana, 28 de febrero, en la web IGN y en su canal de YouTube.

Si, como servidor, fuisteis de los que el pasado 2014 disfrutasteis del notable y terrorífico videojuego 'Alien: Isolation' —creo que aún tengo contracturas en las cervicales de la tensión—, habréis imaginado nada más leer el título de la serie que estarían relacionados de un modo u otro. Una suposición correcta, porque la webserie ampliará la historia de Amanda Ripley —hija de Ellen— reutilizando las cutscenes del juego de Creative Assembly y añadiendo más contenido.

Mientras esperamos a que llegue mañana para poder echarle el guante a 'Alien Isolation: The Digital Series', os dejo con el tráiler y la sinopsis oficial.

"Han pasado quince años desde que la madre de Amandar Ripley desapareciese en el espacio profundo a bordo del carguero Nostromo. Y por quince años, Amanda ha sospechado que hay más sobre la historia de su madre de lo que puede parecer a simple vista. En esta nueva serie digital, reimaginando la conocida historia y favorita de los fans, 20th Century Fox ha expandido 'Alien: Isolation' cogiendo las escenas del videojuego de 2014 y añadiendo nuevos arcos argumentales para traer la historia de Amanda Ripley a la vida de un nuevo modo."

De Jones ('Alien') a Goose ('Capitana Marvel'): 11 gatos de cine que son unos perfectos robaescenas

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De Jones ('Alien') a Goose ('Capitana Marvel'): 11 gatos de cine que son unos perfectos robaescenas

Por si la sobredosis de vídeos de gatitos a la que nos vemos expuestos en cuanto hacemos un par de clicks en YouTube, Instagram, o en prácticamente cualquier rincón de Internet, no fuese suficiente —no seré yo quien se queje—, el estreno de 'Capitana Marvel' ha traído bajo el brazo un nuevo minino al que rendir pleitesía y que se ha convertido en la gran estrella de la función.

Pero mucho antes que Goose, la gran pantalla ha sido la pasarela perfecta para muchos otros felinos —tanto reales como animados— que han robado corazones y han llegado incluso a convertirse en auténticos mitos del séptimo arte. A continuación os traigo un listado con once gatos de cine que han ronroneado, bufado y encandilado al respetable en largometrajes de lo más variopintos.

Gato ('Desayuno con diamantes')

Comenzar con un clásico es jugar sobre seguro, así que vamos a arrancar este compendio gatuno por todo lo alto de la zarpa de Orangey, el único gato actor ganador de dos Premios PATSY que culminó su carrera apareciendo en la mítica 'Desayuno con diamantes' de Blake Edwards, compartiendo pantalla con Audrey Hepburn y George Peppard. Una auténtica estrella a quien también pudimos ver dando vida a Butch en 'El increíble hombre menguante'.

El gato de Vito Corleone ('El padrino')

Puede que el gato que aparece en la escena de presentación de Don Vito Corleone en 'El padrino' sea el más recordado de su especie. Por todos es conocida la historia de que el animal no estaba presente en el guión original, y que Marlon Brando decidió incorporarlo al rodaje en el último momento tras encontrarlo en uno de los parkings de los estudios de Paramount. El resto, es historia; y una de las mejores, porque este pequeño añadido enriqueció la descripción del personaje hasta límites insospechados, ayudando a desarrollar la empatía y reflejando el lado más cálido de un protagonista implacable.

El gato de Blofeld (Saga 007)

Que levante la mano quien haya compartido habitación con un gato y una silla de despacho, y no se haya girado con el felino en su regazo y cara de pocos amigos para dar la bienvenida a alguien. Si lo habéis hecho, tranquilos, es perfectamente normal, porque el acompañante peludo del icónico Ernst Stavro Blofeld, archienemigo del agente 007, es probablemente más recordado que su pérfido dueño —no hay que olvidar que en 'Operación Trueno' y 'Desde Rusia con amor' es el recurso para identificar al villano, que permanece fuera de campo—.

Thackery Binx ('El retorno de las brujas')

Puede que no sea tan genial como Salem, de 'Sabrina, cosas de brujas' —hacía chistes sobre el Fary y el Atlético de Madrid, claro que no es tan genial—, pero hay que reconocer que Tackery Binx es uno de los mejores gatos negros parlantes e inmortales que han paseado por la gran pantalla. Y es que pocos han llevado con tanto estilo eso de ser cuadrúpedos maldecidos por un trío de hechiceras como las hermanas Sanderson de 'Hocus Pocus'.

Jones ('Alien: El octavo pasajero')

Pocos géneros congenian tan bien con la presencia de un gato como el terror. La cantidad de muestras de esta afirmación es lo suficientemente extensa como para no detenernos en ellas en este momento, pero de tener escoger a un representante, ese sería, sin duda, la mascota de Ellen Ripley en 'Alien: El octavo pasajero'. Jones —Jonesy para los amigos— es una auténtica belleza naranja que dejó para el recuerdo uno de los bufidos más horripilantes de la historia del cine. 40 años después continúa helando la sangre.

Rufus ('Re-Animator')

Al contrario que Jones, que estaba vivito y coleando, el cine de terror nos ha dejado un buen surtido de mininos no-muertos. He estado tentado de escoger a Church —o Winston Churchill—, de 'Cementerio de animales' para ilustrar este apartado, pero finalmente ha sido Rufus quien se ha llevado el gato al agua —no he podido evitarlo—. Nada mejor que revivir al gato muerto de tu compañero de piso para brindar al público una de las escenas más delirantes del terror ochentero.

Keanu ('Keanu')

Que Keegan-Michael Key y Jordan Peele son dos auténticos genios de la comedia —ahí está su show 'Key and Peele' para demostrarlo— no es nada nuevo; pero si juntas al dúo humorista con uno de los gatitos más monos que ha visto el séptimo arte, sus gags pasan a un segundo plano. Puede que 'Keanu' no sea una de las comedias más lúcidas que hayamos visto durante los últimos años, ni mucho menos lo mejor de sus protagonistas, pero, ¿quién puede resistirse a un animalito tan adorable?

Mr Jinx ('Los padres de ella')

He de reconocer que soy un auténtico devoto de esta comedia protagonizada por Ben Stiller y Robert De Niro. Los motivos, además de incluir al dúo de actores, a un plantel de secundarios envidiable y a un tratamiento de la comedia y de los personajes que da pie a situaciones delirantes, pasan por Mr. Jinx, el gato de Jack Byrnes, entrenado para utilizar el váter o saludar con la pata —entre otras cosas—, y por su congénere "disfrazado" con el que Greg pretende dar el cambiazo a su suegro.

'Los Aristogatos'

Si por algo tengo que pedir perdón a mis padres, es por haberles torturado durante meses poniendo el VHS de 'Los Aristogatos' en bucle y dando la murga durante horas y horas con la aún hoy alucinante canción que decía aquello de "Todos quieren ser un Gato Jazz". Los felinos animados más memorables del universo Disney merecían un lugar en esta lista por aquellos buenos momentos, y por ser los protagonistas de uno de los mejores clásicos animados que nos podemos llevar a la boca.

El gato con botas ('Shrek 2')

No sé quién sería el director de casting que pensó por por primera en Antonio Banderas para doblar al Gato con Botas en la segunda entrega de 'Shrek', pero tiene ganado el cielo. A la larga, el peludo espadachín terminó convirtiéndose en uno de los mayores reclamos de la franquicia, e incluso llegó a tener su filme en solitario; cómo no íbamos a adorarle con esos ojillos que pone...

Goose ('Capitana Marvel')

Para terminar, por supuesto, había que dedicar su espacio personal al adorable Goose. O tal vez deberíamos decir "adorables", porque el gato de la Capitana Marvel fue interpretado en realidad por cuatro animales llamados Gonzo, Rizzo Archie y Reggie —los dos primeros bautizados en honor a los Teleñecos y los dos segundos en referencia a los personajes de Archie Comics—. Sólo espero que en 'Vengadores: Endgame' vuelva a hacer acto de presencia y comparta una escena con Rocket, porque el espectáculo podría ser desternillante.

Como suele decirse, ni son todos los que están, ni están todos los que son. Son muchos los gatos de cine que nos han acompañado a lo largo de la historia, y los once que aparecen en esta lista lo han hecho por mi criterio personal, así que os invito a que compartáis con nosotros cuáles son vuestros felinos favoritos y cuáles añadiríais a la selección.

'Alien' celebra su 40 aniversario con seis cortos inspirados en la película original

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'Alien' celebra su 40 aniversario con seis cortos inspirados en la película original

Cuatro décadas después del estreno de la película que cambió el cine de terror para siempre hemos disfrutado de todo tipo de productos basados en el xenomorfo diseñado por H.R. Giger. De secuelas oficiales, una más afortunadas que otras, a videojuegos, comics y muchos otros productos de merchandising. Los hemos visto batirse en guerras genocidas contra los Predator, y recientemente se ha anunciado una nueva serie en Hulu producida por Ridley Scott y se ha estrenado una webserie de animación inspirada en el fabuloso videojuego 'Alien: Isolation'.

Como Fox estaba manifiestamente insatisfecha con el giro que había dado la franquicia en 'Covenant' y 'Prometheus', decidió celebrar el 40 aniversario de su criatura de otro modo. Contactó con una plataforma llamada Tongal para que pusieran en marcha la búsqueda de cineastas dispuestos a rodar una serie de cortos inspirados primordialmente en la película inaugural de la serie. Recibieron 550 proyectos de las que prosperaron seis. Podrás verlos cada semana en la web de IGN a partir del 29 de marzo, y acabarán recopiladas en la web Alien Universe.

Estos son los seis argumentos previstos para los cortos:

'Alien: Alone', de Noah Miller: La última superviviente de una tripulación intenta sobrevivir en una nave que ya está en las últimas cuando descubre que no está sola en el vehículo. Posiblemente no está del todo a salvo, y la nave en la que está refugiada se desmorona lentamente.

'Alien: Containment', de Chris Reading: Cuatro personas están atrapadas en una nave de salvamento mientras intentan averiguar qué ha acabado con su tripulación y si alguno de ellos está infectado con la misteriosa plaga que ha arrasado con su misión.

'Alien: Harvest', de Benjamin Howdeshell: La tripulación de una nave intenta llegar a cualquier precio hasta una cápsula de salvamento con la ayuda de un rudimentario sensor de movimiento.

'Alien: Night Shift', de Aidan Breznick: Un "camionero espacial" que había desaparecido misteriosamente es atendido por un compañero en una colonia, creyendo que su amigo está borracho. Y no: quizás sus mareos y su estado de enajenación se deban a otra causa.

'Alien: Ore', de Spear Sisters: Una minera encuentra a un compañero muerto en circunstancias extrañas. Sus órdenes son escapar, pero... ¿debería enfrentarse a la extraña presencia que parece habitar en la mina?

'Alien: Specimen', de Kelsey Taylor: Un face hugger suelto siembra el caos en un invernadero espacial, donde una botánica intenta conservar unas muestras de tierra sospechosas.

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